Daniel Cortez

Blanca madrugada 

Pertenecí a la lujuria derretida en fantasía, a las flores rasgadas llenas de vino, a la piel desnuda que lastima y a la vida donde penaba por alguien. El fugaz recuerdo rompe la realidad en fragmentos de locura y letras rotas, mi ansiedad se pierde en lo que queda de la noche. 

El frío cubre mi cuerpo, blanca madrugada dedica jirones de melancolía, cordura esparcida en voces sarcásticas, mentiras, manías, arrogancia, ya no queda nada. En la confusión de pétalos perdidos en licor, las flores del mal deshojan margaritas para encontrar pasión. 

Seduciendo estrellas  

Otra noche en vela; dulces sueños desvanecidos en el ocaso del silencio. Siguen avanzando las huellas del ayer en la arena. Mi mente gira, alucina un poco cobrando factura del alcohol que hay en mi sangre, el calor atrae sed a mi boca clamando lluvia y mis parpados perezosos intentan rendirse. 

Se pasea en el recuerdo la luna, enigmática calma se siente en el latido al ver a un par de luciérnagas volando juntas, quizá ya estoy soñando en esta realidad que me aparta de la locura, mi demencia que aventaja por casi nueve inviernos a la flor que se encuentra en el jardín hace de esta oscuridad un poema. 

Desvarío percibiendo el perfume de aquella rosa que alguna vez con alevosía y ventaja le hurte tres pétalos. Mi masoquismo, hiriéndome, hace un intento por tomar uno más esta noche, no he podido entender como naufrago en mi cama cada vez que mi pulso se acelera, cada vez que mis ojos prefieren seguir en la realidad, mientras mi mente crea paisajes donde vuelvo a ese lugar de rosas, luciérnagas, silencios… sueños que no puedo conciliar y en mi desvelo me imagino seduciendo estrellas. 

Volver a nacer 

Dispongo de un instante para ser una hoja, deslizarme en el viento, agonizar en otoño, perecer en invierno. Germinar, surcar la tierra, tomarte de la mano, buscar un sueño, embriagarnos en agua, perder la memoria, olvidar. Volar, girar, ser arena; desmoronarnos en el tiempo, distorsionar las historias, recorrer el breve espacio… y juntos volver a nacer.