Con un minuto de cacerolazo, dueños y trabajadores de la industria restaurantera se manifestaron en el corazón de la capital mexiquense para pedir al gobierno estatal que se les permita operar con comensales en sus unidades económicas, pues aseguran, que además de las 10 mil quiebras que ya contabilizan y la pérdida de 50 mil empleos que se materializó durante el año pasado, desde hace tres semanas aumentó en 10 por ciento el recorte de personal.

Miguel García Conejo

El regreso a los cierres, señalaron, ha sido la estocada final para miles de restaurantes, pues seis de cada diez son familiares, mientras que, del total de unidades, el 56% por ciento del personal son mujeres y 44% hombres que son el sostén de su casa.

“A estas fechas, los restaurantes ya acabaron con sus ahorros. Incluso, parte de estos fueron utilizados para adecuarlos con medidas sanitarias y de protección para los colaboradores, proveedores y clientes. Precisamente, gracias a esas medidas de higiene y a un aforo limitado es que los restaurantes no son fuente de contagio, tal y como el gobierno del Estado de México lo ha reconocido. Los que han podido adquirieron deuda para salir adelante del primer cierre y ya no es posible endeudarse más”, señalaron.

Lo anterior los llevó a encontrar una nueva forma de manifestarse, pues lamentaron que mientras el sector formal sufre, el comercio informal de venta de comida sigue operando y creciendo.

“No se puede seguir castigando a la economía formal a costa de la falta de control de otras actividades. Si se trata de volvernos ambulantes, de vender en la calle para poder trabajar, no dude ni un instante que lo haremos”, sentenciaron.

En tanto, decenas de restauranteros reconocieron que están dispuestos a ser multados por operar en semáforo rojo, por lo que no descartan que vuelvan a abrir con servicio de consumo en el lugar a partir de esta semana.

Finalmente, adelantaron que, a partir de este martes 12 de enero, los restaurantes del Estado de México harán cacerolazos afuera de sus establecimientos en punto de la 1:00 de la tarde, para demostrar su inconformidad, por lo menos hasta que el gobierno estatal les dé una muestra sensibilidad y les permitan abrir.

(Foto: Miguel García Conejo)