2020-11-16-la-onda-plana-55

La Onda Plana 81

Eric Rosas

Engaño consumado 

En la publicación del Dictamen de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública con Proyecto de Decreto de Presupuesto de Egreso de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2021, realizada este pasado 10 de noviembre, no aparecen reflejados los más de 68 mil millones de pesos (mmdp) que la fracción parlamentaria del partido gobernante y sus dos aliados, entregaron al titular del Poder Ejecutivo Federal mediante la extinción ilegítima de los 91 fideicomisos públicos para ciencia, tecnología e innovación; 26 de ellos correspondientes a un igual número de centros públicos de investigación (CPI) que son coordinados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT); 35 fondos mixtos con las 32 entidades federales y tres municipios del país; y los restantes 30, fondos sectoriales con secretarías y otras dependencias federales. Cuando se intentó justificar el saqueo prometiendo que el dinero sería devuelto de manera íntegra a través del Presupuesto de Egresos de la Federación, los investigadores del país sospecharon de inmediato que tal promesa nunca se cumpliría; como ninguna otra ha sido honrada en los casi dos años que van de la presente administración. Y así pasó, otro engaño se consumó. 

Aunque en el papel pareciera que el presupuesto del Ramo 38 ha recibido un magro incremento de 224 millones de pesos; con un decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que ronda los diez puntos porcentuales, un tipo de cambio que acarrea muchos meses de deslizamiento, y una inflación que tiende a salirse de control, en la realidad la asignación del dinero público al sector de ciencia y tecnología para este 2021 no superará el 0.38 % del PIB y volverá a ser uno de los más raquíticos en lo que va del presente milenio. El resultado será una contracción significativa de las capacidades de investigación científica y desarrollo tecnológico de México. 

De los 26.5 mmdp que se le han otorgado al CONACyT, sólo 11.9 mmdp están orientados a fondear su programa de becas de posgrado. Se supone que esta cantidad debería alcanzar para becar a 54 mil 752 jóvenes a fin de que realicen estudios de maestría y doctorado en México y en el extranjero; sin embargo, basta revisar las estadísticas que publica el propio CONACyT, para constatar que dicho programa ha visto reducido su padrón de beneficiarios en casi un 50 % a partir de diciembre del 2018, por lo que un simple decreto de austeridad bastará para volver a mutilar esta bolsa. Algo similar podría suceder con los 6.3 mmdp destinados a la operación de los 26 CPI del CONACyT, pues tan sólo en el presente año estas instituciones perdieron en recortes sucesivos porciones tan significativas de sus presupuestos, que algunos de ellos debieron restringir el uso de energía eléctrica, agua y ¡hasta requerir a sus empleados que llevaran su propio papel higiénico! También el programa del Sistema Nacional de Investigadores está en vilo. En una medida flagrantemente discriminatoria, la titular del CONACyT ha retirado el estímulo económico a los académicos que laboran en las instituciones privadas, lo que ha sido interpretado por la comunidad como la antesala a la desaparición del apoyo para la totalidad de sus más de 33 mil miembros. 

Con un presupuesto para ciencia y tecnología tan limitado para este 2021 que, además, seguramente volverá a sufrir recortes por decreto, como ha pasado en los dos ejercicios fiscales anteriores, y ahora sin fideicomisos que puedan mitigar las emergencias, México se encamina a la destrucción de su infraestructura científica. 

Lo anterior, dicho sin aberraciones. 

e.rosas@prodigy.net.mx 
Twitter: @DrEricRosas 


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Nacional
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