2020-10-26-la-onda-plana-52

La Onda Plana 78

La ignorancia cuesta cara

Eric Rosas 

Lo que ha sucedido en México en las semanas recientes es de tal suerte catastrófico, que no sólo ha desandado el arduo camino que sorteamos los mexicanos durante el medio siglo anterior, enviándonos en pocos días de regreso al pasado, sino que ha comprometido a tal grado el futuro de nuestro país, que su reconstrucción, aunque comenzara ahora mismo, no podría lograrse sino en una o dos décadas. Y es que la ignorancia cuesta cara, siempre. 

Tan orgullosos como inconscientes del destrozo que hacían, los diputados del presidente López primero y una semana más tarde sus sumisos senadores – una de ellas incluso ufanándose de una manera indigna y soez –, desarticularon con su mayoría intransigente y retrógrada, el andamiaje que le permitía a la inteligencia mexicana insertarse competitivamente en el ámbito internacional de la investigación científica. Sólo para satisfacer su infinita sed de venganza y su deseo insaciable de controlarlo todo, y abusando de la falacia de una corrupción inexistente, el primer mandatario extinguió los fideicomisos que le otorgaban certeza financiera multianual a los proyectos científicos, pero con ello arrojó a los jóvenes mexicanos al abismo. 

Por supuesto que los fondos de estos instrumentos jamás llegarán a las arcas de la federación, porque desde ya los aportantes han iniciado juicios de amparo para evitar que su dinero les sea expropiado. No tendremos nuevos mecanismos para reponer los funcionales y transparentes fideicomisos segados, como tampoco hemos visto la tan pregonada corrupción en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Pero lo que sí sufriremos muy pronto será un éxodo del talento mexicano y una degradación de la capacidad de investigación y desarrollo del país. La devastación de la infraestructura financiera del sistema científico y tecnológico asestada el pasado 20 de octubre – fecha en la que México se habría insertado como un actor prominente en el entorno de la modernidad, si hubiera recibido el primer vuelo internacional en el NAIM –, ha sido sólo un episodio más en la supina destrucción que el titular del ejecutivo federal ha emprendido contra la investigación científica del país, y que ejecuta sin sosiego con la complacencia y complicidad de sus legisladores y funcionarios, en quienes resulta imposible encontrar un mínimo signo de raciocinio, sino únicamente el peligroso frenesí del poseído por el odio. 

La usurpación de los fideicomisos se une ahora a una ominosa lista de acciones profundamente lacerantes para la creación del conocimiento en México como: la eliminación de la biotecnología como área evaluable en el nuevo reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI); la reducción de becas de posgrado que ya supera el 50 % respecto a lo heredado por la administración precedente; el injustificable e ilegal retiro del estímulo económico del SNI a los académicos de las instituciones privadas; la emisión de nuevos criterios para la pertenencia al Padrón Nacional de Posgrados de Calidad, que únicamente busca justificar otra inminente reducción en las becas para estudiantes; el desconocimiento de los órganos colegiados de consulta en materia de ciencia, tecnología e innovación, etc. 

En pocos meses nada quedará de ese sistema de creación de conocimiento, que con enorme sacrificio construimos los mexicanos durante varias generaciones. Su recuperación deberá iniciar cuanto antes y para ello la inteligencia mexicana tendrá que involucrarse activamente desde ya en la vida pública de nuestra nación. 

Lo anterior, dicho sin aberraciones. 

e.rosas@prodigy.net.mx

Twitter: @DrEricRosas 


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Nacional
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