Editada en 2014 por Tumbona Ediciones y el, entonces, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, “Óptica Sanguínea” es una obra que hasta el día de hoy no ha alcanzado a ser definida en una categoría literaria/ artística.  

Ximena Barragán  

“No es exactamente libro de artista, no es específicamente una pieza … es una mezcla entre contenedor y contenido, que hace que el libro se convierta en la obra en sí", explica la autora, Daniela Bojorquez, quien confiesa, incluso en algún momento haber pretendido “borrar la autoría” de se trabajo, en su interés por explorar la función (y potencialidades) del libro como contenedor.  

En su tercer publicación literaria, la también fotógrafa explora la relación entre texto e imagen en distintos grados, desde la descripción, la complementariedad y hasta la simbiosis (pasajes en los que el texto es imagen); juegos a partir de los cuales, cuestiona la capacidad sígnica de ambas formas de expresión y los problemas del lenguaje.  

Además, en esta compilación de diez “artefactos narrativos” , que dialogan con piezas fotográficas, Bojorquez trastoca la línea entre la realidad y la ficción, mediante el planteamiento de distintas problemáticas de la propia narrativa escrita.  

La innovación en la propuesta, transgrede además la cuarta pared y la figura del narrador, así como las nociones y convencionalismo sobre los roles y atribuciones del arte, el artista, el escritor, la narración.  

 En 93 páginas Daniela logra despojarse de las clasificaciones y categorizaciones limitativas de la literatura e inscribirse en la genealogía de artista conceptual, sí desde la rigurosidad de los cánones artísticos, pero en sus propios términos.  

La propositiva artista presentó su obra y diálogo con académicos, estudiantes de posgrado y público en general en la charla albergada por la Dra. Maricruz Castro Ricalde “Narrativas contemporáneas y ficciones expandidas".  

Foto: Web