Desde hace 14 años en México no se reportan casos de rabia transmitida por animales de compañía a humanos; en contraste la cifra de perros y gatos en condición de abandono en las calles no cesa, incluso va en aumento, junto con la violencia que padecen, lo que es un factor de riesgo para la aparición de esta enfermedad. 

Miguel García Conejo

De acuerdo con la Bióloga de la UAEM, Michelle García, nuestro país pasó de registrar 60 casos de transmisión de rabia de perros a personas en 1990, a 3 en 1999 y cero desde el 2001 esto con base en datos proporcionados por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE) de la Secretaría de Salud. 

Sin embargo en nuestro caso el reto es el abandono de esta población. Indica que por lo regular los animales en condición de calle no están vacunados, esto incrementa el riesgo de que puedan estar infectados de rabia o de cualquier otra enfermedad. 

En el marco del Día Mundial contra la Rabia indica, todavía existe el reto del control de poblaciones de perros y gatos que viven en situación de calle y que son susceptibles de infectarse y de transmitir la enfermedad tanto a otros animales, como otros seres humanos. 

 “La Rabia es una enfermedad que se puede transmitir principalmente por el contacto con la saliva de un ser infectado, y cuya prevención sólo se logra con la vacunación periódica. En el caso de la transmisión a humanos, este contagio se da frecuentemente por mordeduras, que en entornos urbanos son provocados por perros y gatos; mientras que en zonas rurales se suman animales como: murciélagos, zorrillos, zorros, coyotes o mapaches que afectan a especies de producción como vacas, caballos, cerdos, borregos y cabras”, señaló.   

Detalló que cada año en el mundo, se estima que 59 mil  personas mueren de Rabia, y más del 99 por ciento de los casos se contraen por mordedura de perro, junto a ello casi el 50 por ciento de esas muertes ocurren en menores de 15 años, esto se debe en parte a las bajas tasas de vacunación canina en las zonas endémicas de Rabia y a la falta de conciencia sobre la enfermedad.  

“En la mayoría de las personas y en los perros, los signos van desde dolor de cabeza, malestar, vómito, hasta confusión, alucinaciones, agresividad, convulsiones en su forma furiosa, adicionalmente provoca salivación abundante e “hidrofobia” ocasionada por dolor al tragar agua y en pocos casos, en personas y otros animales podrían padecer parálisis ascendente”. 

Con ello advierte que la Rabia es una enfermedad que no ha podido ser erradicada en otros países, toda vez que se estima que hay 900 millones de perros en todo el mundo,  la mayoría perros en situación de calle.  

En el marco del Día Mundial contra la Rabia destacó que México fue en 2019  el primer país del mundo en recibir la validación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por eliminar la Rabia como problema de salud pública.