El rey etiquetado de los productos alimenticios que se venden en las tiendas se traducirá en un gasto extra para los productores pero no necesariamente una baja en su consumo, alertó Gilberto Sauza, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales (CONCAEM).

Miguel García Conejo

Destacó que si no se trabaja en una estrategia integral para mejorar la salud alimenticia de la población, en especial de los niños, ninguna medida surtirá el efecto deseado.

Recordó que en el caso de los productos con tabaco y el alcohol se han llevado a cabo distintas campañas, sin embargo su venta no ha disminuido, como tampoco su consumo por menores de edad.

Las empresas tendrán hasta el 30 de noviembre para adoptar los octágonos de advertencia sobre el contenido en exceso de azúcares, calorías, sodio, grasas saturadas y grasas trans.

Respecto a la prohibición de venta de productos altos en azúcares que se ha dado en los estados de la República, el líder empresarial descartó que esa realidad pueda implementar en el Estado de México al reconocer que han tenido pláticas con los legisladores locales quienes les han dicho que al menos en el corto plazo no se tiene previsto iniciar una discusión al respecto.

Actualmente, la población mexicana a ocupar los primeros lugares de sobrepeso y obesidad, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.

La NOM-051 cuenta con una serie de fases para dar cumplimiento a los requisitos de etiquetado, las cuales entrarán en vigor de manera progresiva.

Este formato de entrada en vigor busca mitigar los efectos causados por la actualización, ya que el hecho de rediseñar todos los empaque y etiquetas implica una labor amplia. Para esto se dará un total de cinco años para que las empresas cumplan con las tres fases establecidas por las autoridades federales.