“Son tiempos nuevos, es una etapa nueva, ya no se puede permitir la corrupción ni la impunidad”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Ximena Barragán 

En la política mexicana, desde ahora y hacia delante, no debe haber privilegios, abusos de autoridad que den pie a la corrupción, prácticas que han convertido a México en un país de monstruosa desigualdad económica y social, donde "muchos tienen poco y pocos tienen mucho".  

Al ser cuestionado respecto a lo que el punto de inflección que atraviesa México en el combate a la corrupción representa para la 4T, el presidente Andrés Manuel López Obrador,  refirió que lo que busca su administración es que el trafico de influencias que permitió la “insultante concentración de riqueza en manos de unos cuantos en el país no vuelva a repetirse”.  

“¡Cómo entregar los bienes del pueblo, de la nación, a cercanos, allegados al presidente, a la gente del poder, como sucedió! Y luego, el enriquecimiento de los políticos hasta en los últimos tiempos, ¿dónde viven los políticos?, mansiones, departamentos en Nueva York, en Miami, en Europa, las cuentas bancarias en Suiza, en los paraísos fiscales.” 

Aseguró que el legado de este gobierno para las nuevas generaciones será limpiar el país de corrupción y que nunca vuelva a suceder lo que había venido pasando.  

Recordó que, como mencionó en pasado martes en su segundo informe de gobierno, “aquí lo más importante es seguir haciendo consciencia, informando, orientando, para que siga cambiando la mentalidad del pueblo", ya que "si no hay voluntad colectiva que dispuesta a defender lo alcanzado", no servirán de nada las reformas a la Constitución, pues de seguir pensando igual "la van a violar".  

En este sentido, mencionó que además de la modificación de las leyes, la participación ciudadana es muy importante y celebró la actitud del pueblo mexicano, “el despertar de las conciencias".  

(Foto: captura de pantalla)