En el paraje conocido como la escondida, a la altura del kilómetro 37 de la carretera México Toluca, se llevó a cabo una misa para conmemorar a las víctimas del accidente de autobús ocurrido hace dos semanas, en ese lugar 15 personas perdieron la vida y 22 más resultaron lesionadas cuando un autobús volcó. 

Miguel García Conejo 

Pero no son las únicas vidas que la carretera ha tomado, constantemente los choques, las volcaduras y los atropellamientos dejan familias rotas, es por ello que pidieron a Dios que quienes transitan por esta vía, lo hagan con todas las precauciones en óptimas condiciones, pues están cansados de poner cruces a un costado de las cintas asfáltica. 

A la misa llegaron los familiares de Elizabeth Naranjo, Joshua y Maximiliano, tres de las personas que murieron la madrugada del 11 de agosto cuando viajaban hacia Puerto Vallarta. 

Lloraron y, con las fotos en las manos de sus deudos, pidieron por su eterno descanso y por la recuperación de Zoé, la más pequeña de la familia que aún se debate entre la vida y la muerte. 

Tras la celebración eclesiástica, el sacerdote bendijo la carretera México Toluca, sólo para dar paso a la colocación de una Cruz de Hierro que ahora queda en el kilómetro 37, es en el que se apagaron 15 vidas en un instante. 

“Lo último que me acuerdo es que me mandaron un video diciéndome vamos a verla, abuelita; así lo recuerdo. Iban a visitarme, era mi cumpleaños e iban a pasar mi cumpleaños conmigo”, comentó María Luisa, madre y abuela de cuatro de las víctimas. 

A la fecha la familia reconoció que la empresa no se ha hecho cargo de los gastos hospitalarios de Zoé. 

Asimismo, lamentaron que el chofer del autobús de 24 años, continúa por lo que exigen justicia a las autoridades, además de qué exigen a la las empresas de transporte que no contraten a conductores tan jóvenes para viajes tan largos, pues cuando los resultados son fatales no hay quien se haga responsable. 

(Foto: Miguel García Conejo)