Syung Yeon Lee aseguró que mamás portadoras o enfermas de COVID-19 pueden seguir amantando a su bebé de manera directa con todas las medidas de higiene requeridas como el uso de cubre bocas, gorro para el cabello y lavado de manos o de manera indirecta, extrayendo el líquido y colocándolo en botellas esterilizadas para el consumo posterior. 

Redacción

Al dictar la conferencia virtual “Mitos y realidades de la lactancia materna”, en el marco de las actividades que organizó la Coordinación Institucional de Equidad de Género de la Universidad Autónoma del Estado de México con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la especialista indicó que al respecto existen mitos que carecen de fundamento científico e impiden que esta actividad vaya al alza en el país, aun cuando es sumamente recomendada, sobre todo durante los primeros seis meses de vida. 

Por ejemplo, refirió, el tamaño de los pechos femeninos no está relacionado con la producción de leche; un susto, un coraje o “aire” no provocarán que se vaya la leche y frutos como la naranja y el limón no la “cortan”, aunque es cierto que las madres deben llevar una dieta balanceada, ya que de ello dependerá la producción y calidad de la leche. 

En efecto, dijo Syung Yeon Lee, hay alimentos no recomendados para el consumo de la madre durante la lactancia, debido a que pueden provocar taquicardia o somnolencia en el bebé como el café, chocolate, refrescos, azúcar, grasas y alcohol. 

Definitivamente, puntualizó, la lactancia materna exclusiva está recomendada durante los primeros seis meses de vida del bebé, a partir de ahí se puede complementar, primero con papillas y posteriormente con frutas. 

Asimismo, se recomienda que durante estos primeros seis meses el bebé no consuma agua o té porque no lo necesita, ya que la leche materna contiene lo suficiente para mantenerlo hidratado; en caso contrario, podría provocar enterocolitis, primer motivo de ingreso del lactante al hospital. 

Foto de Jake Ryan en Pexels