EN EL RECUERDO CON ALEVOSÍA ® 

Daniel Cortez 

Hay que tomar un segundo para contener el suspiro, respirar, dejar fluir las emociones encarceladas en lo profundo de una idea; ha pasado tanto en este estigma…, que mis labios hacen lo posible por no borrar tu sabor al paso del licor, el sudor y la arena, guardando celosamente la eternidad de una mirada en el destello de tu silueta posada en mi cama. Es simple: “la eternidad en tus pasos me ha alcanzado, y mis manos en su caricia extrañan a las tuyas”. 

Es necesario informarte (sólo por enfatizar), que por un momento me hace falta el aire en el día, eso siempre sucede cuando se atraviesa tu imagen sonriente cantando mientras vas deshojando margaritas, te pones a hablar del ayer como una enseñanza de la vida, previendo el enigma del mañana al contoneo de tu caminar que hipnotiza a los segundos, usando de guía a mis ojos en un vaivén de sensaciones. 

Así pasa la rutina en todos lados en los que transita mi mente, deseoso de probar nuevamente el sabor agridulce de tu sonrisa vuelto un beso, una acción que el verbo magnifica en variados pensamientos, trazos que la imaginación de bocetos los vuelve realidades y en la palabra versos. Me hace falta una nueva dosis de seducción inspirada en tu caricia, para poder alimentar mis letras con un brote de ocurrencias, situaciones y emociones.  

Con locura, alevosía y ventaja, te imagino de tal manera que la realidad me da un poco de fantasía para verte entre líneas, encontrarte en mis noches donde la temperatura aumenta y me quedo contigo en mis sueños abrazándote mientras recuestas tu sien en mi almohada, ya ves que, en lo básico de mis instintos aún conservo el de la emoción escrita, esa que inspira acelerando mi latido, sólo con posar tu nombre en el recuerdo. 

Foto de Caryn en Pexels