2020-07-20-la-onda-plana-37

La Onda Plana 63

Paralelismos 

Eric Rosas

Se supo que la persona encargada de administrar los recursos que el Estado asigna a la investigación científica y al desarrollo tecnológico, ha emprendido un ataque en contra de la comunidad académica de la nación. Los organismos consultivos de los poderes ejecutivo y legislativo en estos temas, han comenzado a ser menoscabados y acusados de conductas impropias y, a veces, incluso antiéticas. Con base en estos señalamientos, cuyas pruebas no se ha ofrecido, la agencia gubernamental que encabeza la mencionada persona, ha desconocido la representatividad de esos colegios académicos y, violando la ley que aplica para estos casos, ha denegado la asignación de los recursos que les permiten realizar su función consultiva. En su lugar, se ha iniciado un proceso de duplicación de estos cuerpos colegiados, conformando los nuevos con personajes solícitos y enjundiosos, pero de casi nulo reconocimiento entre la comunidad científica y tecnológica del país. (Por cierto, a éstos, en mi pueblo, les llamamos esquiroles). Lo anterior, a pesar de la sorprendente coincidencia, no hacía referencia a México, sino a lo que por allá del 2013 les comenzó a ocurrir a los colegas venezolanos. 

Sin embargo, el paralelismo de la narración precedente con los acontecimientos recientes que enfrenta la comunidad científica de México, son de una similitud que asusta a propios y extraños. La táctica de crear organismos y estructuras paralelas a las institucionalizadas luego de décadas por las propias comunidades, con el único fin de desplazar a las genuinas de la toma de decisiones, de la supervisión de las acciones y del destino de los dineros públicos, y de acallar cualquier opinión que disienta de la oficial; es una que se usó en Venezuela tras la llegada al poder del chavismo, y que terminó por alienar a los más talentosos científicos venezolanos. 

Desde hace meses la directora general en funciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) de nuestro país, ha sido objeto de múltiples, frecuentes y sólidamente fundados cuestionamientos a su incompetencia para dirigir al sector de la ciencia y la tecnología de nuestro país. En respuesta, la susodicha ha lanzado una andanada de agresiones en contra de sus excolegas, con el único objetivo de congraciarse con el presidente, para que la mantenga en su encargo a pesar del costo político-electoral que le está causando a su administración. Cuando estas voces disidentes comenzaron a elevarse, la directora pasó a desconocer a asociaciones de científicos especializados y cuerpos consultivos colegiados, como el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT). Les retiró los apoyos económicos que permitían a algunas organizaciones profesionales, como la Sociedad Matemática Mexicana, financiar la participación de estudiantes del nivel medio superior en las ediciones internacionales de las Olimpiadas de Matemáticas, y negó también la entrega de los correspondientes recursos al FCCyT. Tras la emisión de una orden judicial que le mandata entregar estos dineros, la directora del CONACyT no sólo actúa en flagrante desacato, sino que, en una acción idéntica a la implementada en Venezuela, convocó a esquiroles que han aceptado ostentarse como miembros de un FCCyT espurio. 

Con esta triquiñuela la autoritaria directora podrá entregar los recursos a un FCCyT cuatroteísta con el que ha inaugurado la simulación de instituciones paralelas, para intentar acallar primero y expulsar después de México a los verdaderos científicos.  

Lo anterior, dicho sin aberraciones. 

e.rosas@prodigy.net.mx 
Twitter: @DrEricRosas 


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Nacional
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