PROMESA DE NUESTRO TIEMPO ® 

Daniel Cortez 

PROMESA 

No hay ofrendas en este navío de nuevas emociones, las acciones siempre darán un vuelco a favor de la pasión, siendo el deseo parte de un sentimiento y no será un pretexto para estar juntos. Nos hemos vuelto un elemento diario de este mundo complicado, somos respiraciones mutiladas por la contaminación del tiempo en las arenas movedizas de reloj, de este presente, siendo motivo de lealtad sin ataduras, sólo la que impone el cariño. 

Sin ser perfectos, juntos hemos sabido hacer el nosotros, con la fuerza de dos corazones que se hidratan de sangre, nuestra sangre derramada en batallas de sabanas tibias en noches en el que nuestros cuerpos se ahogan en el placer de sentirse, donde somos fuego y agua, mareas altas de noches de luna, el vaivén es la crónica de una muerte anunciada en la orilla. 

La botella con el mensaje pidiendo rescate, se la tragaron las sirenas de la noche… el renacer no fue una liberación, fue una promesa que elevo la luna a las estrellas de tus ojos y te designo a cumplirla en este barco, en este nosotros, en este fuego que nos quemó…  

NUESTRO TIEMPO 

Aun cuando las pesadillas más profundas atormenten tu presente, estaré ahí para cuidarte de los fantasmas que maltratan tus sueños, con mi mano te tocaré, te daré mis verbos para que los compartamos y enfrentaremos lo irreal con lo real que nos dejan nuestros labios; nadaremos en el mar de nuestras bocas, germinaremos en la tierra húmeda de nuestra piel, todo para ver que el pasado fue enseñanza, fue la arena del desierto y el premio es nuestro presente vuelto oasis. 

Si la lluvia quisiera apagar el fuego de nuestras almas, tú y yo tendremos la hoguera de la noche para resarcir la flama, volar a ese lugar oscuro pero tranquilo donde podemos ser felinos inquietos que toman la luna como escondite y los osos que derraman su cuerpo en la almohada blanca de nuestro lecho. 

Toma mi mano, sigamos el camino fértil de nuestro tiempo, te daré mis sueños, nos ahogaremos en el aire que respiramos y degustaremos el presente con la sazón de la emoción. 

Foto de Hoang Loc en Pexels