En conmemoración del quinto aniversario de la inscripción del Complejo Hidráulico Acueducto del Padre Tembleque en el Comité de Patrimonio Mundial el 5 de julio de 2015 en Bonn, Alemania, se inició la segunda jornada de conferencias. Al tener la fortuna México de contar con un magnífico lugar en la promoción del patrimonio mundial, se aprovechó de las nuevas directrices de la UNESCO para presentar innovaciones y es así que el Complejo Hidráulico fue inscrito dentro de la categoría de “Canal Patrimonial Exento”, siendo el segundo sitio dentro de esta a nivel mundial. Dicha categoría reconoce la intensión de proteger un patrimonio a través del agua. 

Aranxa Solleiro  

En la conferencia, participó el investigador de patrimonio cultural Eduardo Cruz, presentó un trabajo con base en los libros que se han publicado sobre el complejo hidráulico, lo que se ha producido en diversos momentos de la historia entorno al monumento.   

El trabajo pertenece a un corte de libros de ensayos de corte historiográfico relativo a temas de historia del Estado de Hidalgo. Sin embargo, llama la atención por la cuestión de que parte desde un presente, es decir, se relaciona con temas actuales. La conferencia fue presentada con el nombre “Historiar un acueducto… el de Zempoala”. 

El investigador dividió el trabajo en cuatro etapas de las cuales se indica que es un tema que sigue generando difusión y producción investigativa. El primer momento se basa en crónicas y descripciones descritas por Agustín de Vetancurt, Gerónimo de Mendieta y José Luis Blasio, las cuales datan desde el siglo XVII cuando el Fray Francisco de Tembleque “se detuvo a edificar un altísimo puente o arco por donde pasase el agua, sobre una honda y ancha barranca, que se puede contar entre las obras señaladas del mundo.” Asimismo se presenta en ellas el momento cuando Maximiliano de Habsburgo detuvo su marcha justo cerca del acueducto, mencionando que era una obra notable de la época colonial, prometiendo su conservación. 

En cuanto al segundo momento, Cruz menciona a la primera historiografía que data desde 1945, en donde el mismo Octaviano Valdés, escribe una autobiografía novelada del Padre Tembleque en donde se percibe la utilidad del acueducto en aquellos tiempos y el momento evangelizador que se vivía dentro de la sociedad, así como la defensa de parte de este, al abogar a los españoles por la importancia del acueducto para la sociedad, permitiendo así su construcción.  

En cuanto al tercer momento, el cual es previo a la inscripción, el primer estudio se presenta desde el Municipio y la localidad de Tepeyahualco en el 2010, identificando que buena parte del acueducto es subterráneo, se contabilizó en él, 18 arcos de lado de Zempoala y 50 en Nopaltepec y de manera hipotética, propone fechas del inicio y culminación de la obra que van de 1545 a 1563. De este libro, surgen otros dos libros escritos en 2011 y 2012, en donde se relata la iniciativa para ser inscrito como patrimonio UNESCO.  

Finalmente, el cuarto momento se relaciona posterior a la inscripción con libros realizados en el 2015 y 2016, estos no solo son dirigidos a investigadores sino también a niños, con tintes didácticos e ilustrativos. La característica de este cuarto momento, presenta un mayor trabajo de archivo, conjugando los estudios del paisaje, se asocia con otras actividades económicas como el cultivo del maguey, trata la importancia del ser humano en relación con el agua. Así mismo, tiene una disciplina multidisciplinaria incluyendo temas de: ingeniería, botánica, geografía, historia, ecoturismo, economía para reactivar la producción pulquera y la ecología.  

La mayoría de las variantes del nombre del acueducto se centra en la geografía, reconociendo que no solo se ubica en Hidalgo, sino que comparte a los dos Estados: el Estado de México y el mencionado anteriormente.  

Por otra parte, se tiene una futura agenda que se base en la complejidad para la interpretación de los grifos y la fecha de construcción. Una elaboración más completa del Padre Tembleque y el estudio a otros acueductos perdidos en la geografía hidalguense. 

Para los investigadores, el acueducto no solo era una edificación que permitía el acceso y paso de agua, sino que fue también visto como una muralla por su construcción impresionante.  

Finalmente, para mayor conocimiento de este, se presentó un libro titulado “Acueducto del Padre Tembleque, México Complejo Hidráulico Renacentista en América”, el cual se encuentra disponible en la página de la Secretaría de Cultura de Hidalgo conteniendo trabajos históricos del mismo.  

(Foto: Redes)