¿Por Qué 2021 Será Decisivo para el Curso que Tome Nuestra Democracia?
La democracia mexicana, cuestionada por muchos, comprendida por pocos, negada por otros dentro y fuera del país, tendrá en 2021 su prueba de fuego para determinar el rumbo que tomará al menos en lo que resta del presente siglo, de ahí la gran ebullición que se está generando desde ahora.
El marco histórico nos demuestra que por esfuerzos no ha parado ese afán de los mexicanos por instaurar un régimen democrático que garantice justicia, progreso, paz y desarrollo a las familias de todas las comunidades de la geografía nacional.
El problema ha estribado en que a la hora de traducir esos buenos deseos democráticos en leyes, pero más en hacerlas cumplir por parte de todos los actores de una sociedad tan heterogénea y compleja como lo es la mexicana por sus contrastantes regiones, intereses y niveles de desarrollo, viene el retroceso.
Rasgo distintivo ha sido la traición de quienes en una trinchera enarbolan los principios y valores democráticos más nobles, pero en otra son los mismos que traicionan al asumir cargos de poder o de responsabilidad en la función pública, pervirtiendo la lucha con conductas vergonzantes y antidemocráticas por los apetitos que despierta el ejercicio del poder.
Las traiciones han marcado los ideales de la lucha democrática mexicana durante la Independencia, la Reforma, La Revolución, la extensa vida Institucionalizada y en la actual pluralidad ideológica y partidista, y en todo momento han sido la corrupción y la ambición por acaparar poder político y económico las causas que han frenado avance y consolidación de la anhelada vida democrática en México.
En cada episodio de la vida nacional, más temprano que tarde, personajes claves en lo que podría significar la oportunidad para fincar bases sólidas de la democracia, traicionan los principios y abortan el anhelo mayoritario al complacer las ambiciones de los menos, pero poderosos de adentro y de afuera del país.
Vienen ahora las elecciones intermedias del 2021 para renovar 15 gobiernos estatales, 30 congresos locales y la Cámara Federal, posiciones políticas suficientes para que la ciudadanía determine el curso que debe tomar esa inacabada lucha por instaurar una verdadera democracia en México. Es la hora.
*Licenciado y Maestro en Periodismo
Twitter: @luciorm
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