Después de más de dos décadas de haberse realizado aquella pelea entre el campeón de México, Julio César Chaves y el -en ese entonces joven- Oscar de la Hoya, el hoy empresario y también conocido “Golden Boy” reveló que su pelea estuvo llena de amenazas derivado del giro de las apuestas que se mueven en el boxeo profesional.

Guillermo Guadarrama

En esa época, De la Hoya era un joven boxeador proveniente de ganar el oro en los Juegos Olímpicos en 1992 -de ahí el mote de “Golden Boy”- y se presentó su oportunidad para pelear con el ídolo de México, Julio César Chaves.

Previo a la pelea, Oscar, comenta que tanto personal del narcotráfico, como de gobierno mexicano, en ese entonces encabezado por el presidente Ernesto Cedillo, se acercaron al joven para exigirle que no venciera a Chávez o “que si ganaba quien sabe que podría pasar, imagínate la presión”.

El boxeador y ahora gran empresario del deporte, comento que orgulloso de sus dos nacionalidades, siempre salís con un parche de México y otro de Estados Unidos, sin embargo, el gobierno mexicano advirtió, que si volvía a usar la bandera mexicana, se le prohibiría la entrada a México a la postre.

Pero el Golden Boy era un joven hambriento de victoria y solo le bastaron cuatro rounds en el Caesars Palace para derribar al campeón de México y llevarse la victoria y ser parte de la historia del boxeo mundial.

“En todos los años en los que he estado involucrado en el boxeo, adentro y afuera del ring, he aprendido que todo es un negocio. En el boxeo no hay lealtad. Es triste, pero eso es lo que he vivido. Canelo es un gran peleador y lo considero un amigo. Pero es sólo un negocio, nada más”, expresó para Yahoo Sports.

Esa icónica pelea realizada en 1996, se repitió dos años después, con el mismo resultado, solo que en la segunda ocasión a De la Hoya le costaron ocho rounds para vencer a Chávez, pero reiterando el cambio generacional dentro del boxeo.

Foto: Especial Portal