Para poder enfrentar al COVID-19 y vencer la crisis económica que esta generó, el luchador profesional Iron Kid decidió crear cubrebocas sumergidos en la cultura luchística, pues no sólo hace diseños de grandes ídolos del ring, sino también hace diseños a la medida y gustos de cada uno de sus clientes. 

Miguel García Conejo  

En su pequeño taller en San Felipe Tlalmililolpan, apoyado por sus hermanos, escoge los colores, de arma con su máquina de coser y produce cubrebocas, algunos pintados a mano, dando así un toque artesanal a sus creaciones. 

Iron Kid comenzó en el mundo de la Lucha Libre desde los 10 años, y tras avanzar en su entrenamiento, desde hace 13 años se convirtió luchador profesional, pero al crear su personaje se dio cuenta de su habilidad, por lo que también comenzó a crear las máscaras de sus compañeros de cuadrilátero. 

Hace mes y medio, su rutina cambió por completo por la pandemia, por lo que, en vez de quedarse de brazos cruzados y con la máscara colgada, decidió darle un upper a la crisis. 

“A todos los luchadores nos pegó bastante, nos cancelaron los shows de un día para otro, las presentaciones, y fue bastante pesado porque muchos luchadores dependen, la mayoría al 100 por ciento; afortunadamente tengo el respaldo del taller y aprovechamos la situación para crear esto”. 

Hace un año, recuerda, viajó a China por trabajo, y ahí vio cómo los Cubrebocas personalizados tienen un gran mercado, por lo que, con el COVID-19, decidió llevar la cultura luchística a la protección sanitaria. 

Los precios de las creaciones de Iron Kid y sus hermanos comienzan en los 150 pesos, pero van aumentando, dependiendo de lo que sus clientes necesiten, y se le puede contactar a través de la página de Facebook “Suicide Style”. 

(Foto: Miguel García Conejo)