Las clases a distancia no significan un receso o un periodo vacacional para los maestros mexiquenses, quienes reconocen que al estar alejados de las aulas sus jornadas de trabajo se triplicaron, lo que tienen que, además, conjugar con las actividades de casa, como la limpieza y atender a los hijos en los casos que aplica.

Miguel García Conejo

Para Azucena, organizarse para dar clases en línea no fue lo complicado, sino poder aplicar el trabajo y al mismo tiempo, estar capacitándose y atendiendo los requerimientos de la escuela en la que trabaja, por lo que, si bien desde años atrás dedicaba 12 horas al trabajo diario, hoy, reconoce, la situación deriva en estrés y frustración.

"Cuando me dijeron que tenía que dar clases en línea, organicé todo para hacerlo pues ya había diseñado clases así, por lo que no me estresé, sin embargo, la falta de organización en mi trabajo fue lo que me dio en la torre, porque hacen juntar y dicen una cosa, luego nos las cambian, al menos cinco cambios en dos días, dan información incompleta, casi todo se trata a través d e grupos de WhatsApp, terminé pidiendo información en otra coordinación".

Señaló que además del trabajo interno, la creación de nuevos procesos para los que no estaban preparados además de idear la forma de evaluar a distancia, ha tenido que impartir clases en vivo, pedir evidencia a los alumnos y a los padres de familia, calificar los trabajos en línea".

"Todo esto más prepara la comida, limpiar la casa, leer los mensajes de los maestros de mis hijas, tratar de hablar con los papás que están en contra de todo y con información aún más confusa. Mis alumnos también está muy saturados de información, sin saber qué onda, algunos trabajando y tomando clase en línea... La verdad todo habría sido más fácil sin tanto relajo administrativo".

Pero el sentimiento se replica en los docentes de todos los niveles, tanto en escuelas públicas como en particulares, por lo que piden a los padres de familia y a los alumnos un poco de empatía, pues los maestros también son padres de familia, hermanos, están saturados de trabajo al tiempo en que están preocupados por el avance de la pandemia de COVID19.

A dos días de que comenzaron las clases virtuales, a través de Internet e incluso programas televisivos para el nivel básico, el saldo, dicen aún es negativo, pues además, muchos alumnos no están enterados de la nueva dinámica, lo que afectará, sin duda, su desempeño académico.

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