2020-03-17-la-orquesta-de-todos-su-voz-y-los-ciudadanos

La orquesta de todos, su voz y los ciudadanos

La Orquesta Filarmónica de Toluca (OFIT) y el Coro Filarmónico de Toluca, desde su creación han colaborado en el cumplimiento de la agenda 2030 de la ONU, generando en cada uno de sus conciertos un profundo acercamiento a nuestra identidad cultural. 

Cecilia Portilla Lührs 

Los derechos culturales aseguran el disfrute de la cultura y sus componentes en condiciones de igualdad. La ciudadanía tiene el derecho de disfrutar del arte y la cultura: y el gobierno tiene la responsabilidad de abrir espacios públicos para que los habitantes de nuestra ciudad se apropien de estos, por medio de la cultura y el deporte. 

La política cultural garantiza no solo el derecho a producir, participar y disfrutar la cultura en condiciones igualitarias, sino que está promoviendo una diversidad de actividades artístico-culturales en las cuales las personas puedan elegir a su gusto y consumir la cultura y el arte que ellos decidan.  

Por cierto, el público toluqueño ha incrementado su participación en los eventos culturales que se han ofrecido en el último año, un ejemplo es la oferta de 4,800 actividades en nuestro municipio durante 2019. 

La OFIT forma parte del patrimonio cultural de nuestra ciudad. La identidad que ha generado a lo largo de los once años de su existencia ha producido un público muy exigente, al cual la misma Orquesta ha elevado el nivel de recepción y de expectativa. Vemos en los conciertos dominicales grandes filas para entrar y apreciar la música clásica, abarrotando el Teatro Morelos y dejando afuera a una gran cantidad de personas que desean ver el concierto. 

A esto le llamamos creación de públicos culturales, los cuales tienen que ver con el sentido de cada actividad, las frecuencias de dichas prácticas, los intereses de los públicos y sus demandas. Nuestra Orquesta ha logrado sintetizar de manera extraordinaria estos puntos para generar de un concepto abstracto, la materialización de públicos robustos que se han convertido en grandes fanáticos de la música clásica.  

El conjunto de los seguidores de la OFIT se ha convertido a su vez en toda una comunidad, pues existe una gran interacción entre los unos y los otros. Esto se dice fácil, pero ha sido un gran trabajo de muchos años en los que el Maestro Gerardo Urban y Fernández y su excelente equipo han puesto el alma, más allá de la presión y el estrés, para crear este maravilloso regalo que ofrecen a nuestra ciudad.  

El amor y la lealtad que se le tiene a nuestra querida OFIT ha formado un parteaguas en la vida cultural activa de nuestra ciudad, en el sentido de que sus prácticas culturales son de un gran valor y aprecio para sus seguidores; éste ha sido percibido por la ciudadanía como una satisfacción hacia la demanda de sus intereses y la disposición de asumir los costos que implican los tiempos en las filas y el de aprovechar las oportunidades cuando se presenta en cualquier lugar o foro, logrando la experiencia personal que aporta un verdadero bienestar a nivel intelectual, sensorial y emotivo. Aportando un conocimiento y referentes simbólicos y estéticos, con los cuales se podría garantizar una mayor consciencia crítica, la comprensión de realidades complejas y la reformulación de un sistema de valores, los cuales tanta falta nos hacen para la reconstrucción de nuestro tejido social. 

La OFIT y nuestro Coro Filarmónico así como todas las actividades culturales contribuyen a un mejor desarrollo personal, moviendo nuestro espíritu y nuestra conciencia e identidad colectica.  

Foto: Alma Martínez


Categoría:
Nacional
Etiquetas:

    No hay etiquetas asociadas a éste artículo.

Vistas:
25

Notas Relacionadas