Pero... ¿Cuál es el significado profundo del matrimonio? 

Muy estimado(a) lector(a)!!!  Cada semana es para mí un placer saludarle para desearle lo mejor a usted, así como, a su apreciable familia. Asimismo, me complace expresarle mi aprecio y gratitud al tiempo y espacio que dedica usted a la lectura de la presente columna. Y que, después de haber tocado el tema del “Amor en el matrimonio”, en mi anterior colaboración de la semana pasada, me gustaría ahondar un poco en el significado del matrimonio como premisa para la construcción de la vida familiar, de la cual todos y cada uno de nosotros procedemos y pertenecemos.  

Laura Barreal Danel 

Desde una concepción antropológica, se ha entendido al matrimonio como : 

“un pacto de amor conyugal o elección consciente y libre por la que el hombre y la mujer aceptan la comunidad íntima de vida y amor que exige su naturaleza” 

Algunos autores convienen en que, como toda realidad esencial el matrimonio es una totalidad, en la que coinciden diversos aspectos del hombre.  En éste sentido, la sexualidad mediante la cual el hombre y la mujer se entregan mutuamente no es algo puramente biológico sino que afecta la entera intimidad de la persona, de tal modo que sólo se realiza plenamente cuando es parte integrante del amor, un amor que implica la entrega, el don de sí mismo, tal como hacíamos mención en la pasada edición. 

Ellos subrayan la importancia de tener claridad respecto a que la donación física, sexual, sería un engaño si ésta no fuera signo y fruto de una donación en la que esté presente toda la persona….En éste sentido sugieren, se requiere poner atención en que la diferenciación sexual afecta la totalidad del ser humano en su estructura física, psíquica, intelectual, en aspectos de la imaginación, la sensibilidad, la afectividad, etc., de tal modo que el hombre y la mujer están especialmente preparados para cumplir cada uno su función específica.  

Es claro que, aun cuando el hombre y la mujer hagan las mismas cosas, el modo de realizarlas es distinto. Sin embargo, no perdamos de vista que, el hombre y la mujer distintos por la diferenciación sexual participan de la misma dignidad y son complementarios entre sí. 

Los expertos en el tema del matrimonio también han escrito sobre la fuerza de preservación o pudor, como característica propia de la persona, que se defiende contra toda intromisión ajena en la esfera de la intimidad personal…. Al respecto, hablan por ejemplo de un pudor espiritual, como tendencia a no descubrir lo íntimo y personal. Tal sería el caso del diario en un adolescente…….O también, el pudor social cuando la persona en su medio ambiente cree ver en peligro su prestigio, por andar fuera de moda, por ejemplo.  Igualmente, refieren al pudor sexual, como fuerza preservadora natural que protege la intimidad tanto psíquica como física y cuando ésta es violentada, tiene graves consecuencias. 

Los autores nos llevan pues a la conclusión de que, el amor en el matrimonio es un valor fundamental que sostiene y capacita a los cónyuges para superar cualquier obstáculo y posee características que lo diferencian de otro tipo de amor. Se basa en la diferenciación sexual y se distingue de cualquier tipo de amor en su específico carácter sexual y, por lo tanto, procreador…..Éste amor, que se ha llamado de eros, está hoy día presente al principio de la mayor parte de las relaciones conyugales. Es un amor que busca en el ser amado un complemento, un enriquecimiento de vida, felicidad, plenitud, etc…..  

De tal manera podemos tener la claridad de que, el amor y la entrega en el matrimonio se orientan, por su misma naturaleza a la generación de nuevas vidas. Es así como podemos comprender el profundo significado del matrimonio donde el amor conyugal tiene un carácter fecundo y  procreador.  

                                                                                             Y…Hasta la próxima, querido(a) lector(a)!!!! 

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Foto: Zoriana Stakhniv en Unsplash