“Mucha emoción porque nuestra fe es mucha, vamos a ofrecerle a la virgen pues a pedirle lo que tanto anhelamos y pues da mucha emoción”.  

Miguel García Conejo 

Es la voz de Martha García, creyente de la fe católica, que en este 2020 participa por séptima ocasión en la peregrinación de la Arquidiócesis de Toluca hacia la Basílica de Guadalupe. 

La mañana del martes fue una de las peregrinas que soportó el embate de las bajas temperaturas y aguardó la noche en el parque la Marquesa, lista para salir con los primeros rayos de sol rumbo a la Ciudad de México en el avance de la feligresía. 

Se le cuestionó si tenía miedo por lo que le restaba del trayecto, el ascenso, que dicen los que saben es tal vez la parte más complicada de la travesía puesto que se mezcla el cansancio, el dolor en los pies y la falta de energía por el mínimo descanso; responde segura: “la fe lo puede todo”. 

“Es lo que nos cuentan, pero no es bueno estar pensando, en si es pesado está retirado, aquí lo que cuenta es la fe y la fuerza de voluntad que tiene cada persona; al final de cuentas, vamos por un sólo objetivo que es al encuentro con el Señor y la casa de la virgen de Guadalupe”.  

Reconoce que lleva una solicitud en su viaje, el pedir por su hijo que sueña con ser sacerdote y teme que su fe se vea debilitada por las adversidades del camino. 

“Le voy a pedir a la virgen que acompañe a mis hijos, que les resuelva muchos problemas, tengo un hijo que está en el Seminario, veo que se preocupa mucho en cuando a cuestión de pobrezas, él está muy seguro de ser sacerdote, pero hay muchos obstáculos y más en la vida y yo le voy a pedir mucho a la virgencita porque se haga realidad lo que él sueña”, Martha García, creyente.  

Este miércoles por la madrugada los peregrinos llegaron a la Basílica de Guadalupe. 

(Foto: Miguel García Conejo)