Barajeando: Por demás interesante en estos tiempos, hacer un recuento del “arsenal político” del que pueden “echar mano” los priistas mexiquenses al arranque del 2020, resultaría de utilidad para crear un frente sólido, competitivo, experimentado e incluyente, capaz de mantener ondeando la bandera del PRI en Lerdo 300. No parece sencillo, ante la ausencia de suficientes figuras hegemónicas visibles con carisma, astucia y severidad. 

Don Dámaso 

Por supuesto que hay tela de donde cortar, faltaba más, sólo que cada quien está “atrincherado” cuidando su parcela política, cuando lo que se requiere es pasar del “yo” al “Go”. 

Ahí tenemos al recién resucitado Carlos Iriarte, a quien le han encargado la estrategia priista a nivel nacional, en mancuerna con el eficaz Ricardo Aguilar Castillo, Secretario de Organización del CEN del PRI. Completa el trío de mexiquenses en Insurgentes Norte, Cristina Ruiz, Secretaria General de la CNOP. 

Desde el Congreso Federal, mostrando músculo discretamente: Ana Lilia Herrera Anzaldo, Laura Barrera y por supuesto, Ernesto Nemer. Eruviel Ávila desde su curul en el Senado y los señores ex-Gobernadores. 

¿Entre todos ellos, hay vasos y arterias comunicantes con bajos niveles de colesterol (grillas) que permitan el flujo sanguíneo que oxigene la columna del mando priista? 

¿Se han sentado a platicar? De las diferencias “intestinas” dan cuenta los pleitos entre hermanos de sangre, amigos de toda la vida, hermanos de cuadra y de almácigo. El Primer Priista está urgido de un “Estado Mayor” de verdaderos “mayores” que despierten y sacudan a los “menores”. 

Es tiempo de hacer la primera llamada, como en el teatro, para cerrar espacios que frenen el agravamiento de las rivalidades que son el ingrediente perfecto de un “caldo de cultivo amargo”, para que un “hatajo” de politólogos, politicastros, priistas de “selfies” insistan en llevar el barco a pique. 

Ya se empezaron a agitar las aguas de los veneros mexiquenses, Edgar Castillo, clavó en twitter, un par de banderillas a quienes el hermano de Ricardo Aguilar llamó los “Maestros de la Política”. 

Jugando con las cartas boca arriba: Ahora paso a platicarles eso del “yo” al “Go”. El “Go” es un juego estratégico de mesa, inventado en China hace más de dos mil años, lo que lo hace más antiguo al tan conocido ajedrez. Mientras que el ajedrez es fundamentalmente un juego de guerra, en el cual se comanda un ejército contra el del oponente, el Go es un juego de control territorial.  

Otra diferencia fundamental es que mientras en el ajedrez se enfrentan por cada bando, 16 piezas de distinto valor estratégico, es decir, hay jerarquías; en el Go son 181 piedras negras y 180 piedras blancas, todas tienen el mismo valor, lo que me parece una metáfora adecuada para comparar la política de jerarquías del siglo pasado, con la de “masas” del siglo XXI gracias a las “redes sociales” en donde las estructuras de lucha por el poder son más planas con actores que se asumen del mismo peso. 

A lo largo de la historia, las alusiones a la política, el gobierno, la guerra y la estrategia han utilizado la referencia ajedrecista. Al iniciar el siglo XX, Lenin era asiduo jugador, John F. Kennedy, en plena guerra fría, dijo que EEUU jugaba al póquer mientras la URSS jugaba al ajedrez.  

Mientras en el siglo XX la hegemonía de occidente a través de los EE.UU. coincidía con el auge mundial del ajedrez, en donde pareciera que en cada partida entre Bobby Fisher (EE.UU.) y Boris Spasky (URSS) escenificaban un duelo dentro del contexto de la “guerra fría”; en el siglo XXI, la hegemonía de oriente con Rusia y China a la cabeza, la lucha es por el control de los territorios, el cercado y la inmovilización del enemigo, tal y como se juega el Go. Es tiempo de que la oposición entienda que mientras sus estrategias las desarrollan en un tablero de 8 x 8 cuadros, la política se ha desdoblado hacia un tablero con más cuadros 19 x 19, con piedras de igual valor estratégico, con distintas reglas a las del ajedrez, diferentes estrategias y con distintos objetivos, mientras un contendiente va por el soberano del contrario, como es en el ajedrez, en el Go se lucha por los territorios. 

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(Foto: Amanda Jones -Unsplash)