La ciudad de Toluca de Lerdo ha sido testigo del crecimiento incesante de la población a lo largo de los años. Hoy, más del 3 % de la población mexicana es de origen extranjero, hay de todas las edades y de una gran variedad de países, los motivos que los traen a México son diversos, académicos, familiares, empresariales, entre otros. 

Carolina Reyes  

De manera particular Toluca ha sido un lugar privilegiado en muchos sentidos ya sea por su clima o por su ubicación geográfica fue la opción predilecta para habitar de muchos extranjeros. 

La primera oleada de inmigrantes en el país, incluido el valle de México, se dio con la conquista; en aquella época la llegada de los españoles implicó también la presencia de esclavos africanos además de sacerdotes religiosos franceses y portugueses. 

Posteriormente la ciudad de México al ser la capital del país albergó un incontable número de inmigrantes y los procesos y fenómenos migratorios en Toluca comenzaron a surgir gracias a su cercanía con la capital.  

La Lic. María Susana Victoria Uribe, maestra en historia y con más de 10 años como curadora de arte esclareció en entrevista el proceso histórico de inmigración que la ciudad de Toluca presenció.  

Durante la época del porfiriato, menciona, se llevaron a cabo modificaciones en las políticas migratorias que propiciaron la inversión extranjera, dando paso al gran auge de las inmigraciones que en su mayoría fueron europeas y asiáticas.  

El sino de la ciudad porfiriana se planteó con la intención de retomar un modelo europeo de inversión y de negocio, mas no modelo anglosajón, abriendo paso a comunidades extranjeras de todo el mundo. 

Bajo el soporte del gobierno de Porfirio Díaz se funda en Chiapas la primera colonia japonesa, “Enomoto” posteriormente en Toluca como prueba de las raíces que la inmigración japonesa hincaba en suelo mexicano se creó el parque Urawa y con ellos se solidificó una amistad que resultaría en una nueva comunidad Saitama. 

La música y la danza también acogieron la llegada de extranjeros, en su mayoría rusos, con el propósito de dignificar los salarios y dar una educación artística y cultural a las nuevas generaciones. 

Antiguamente Toluca era conocida con el mote de “La pequeña Francia “mismo que hacía alusión a su tamaño geográfico y su arquitectura afrancesada, colonial y neoclásica. Durante la segunda guerra mundial los franceses residentes en Toluca crean un frente pacífico de oposición a Hitler, con una intención clara de integración cultural los acuerdos para instituir otra sede de la alianza francesa en México son dispuestos y Toluca alberga la segunda alianza francesa más importante después de la Ciudad de México. Tal hecho promueve la inmigración de nativos francófonos que arriban con fines académicos y de enseñanza. 

A partir de la segregación marginal que los habitantes del Líbano suscitaron en la segunda mitad del siglo XIX las primeras comunidades libanesas comenzaron a llegar a México. La comunidad libanesa encuentra terreno fértil para rehacer su vida, en gran medida, gracias a la religión, el Santo Charbel Makhlouf, por ejemplo, de origen libanés es venerado actualmente en la capilla de los Dolores donde la comunidad libanesa de los años 60´s rendía culto. 

 La inmigración individual alemana en México resultó en un avance significativo para la industria y continuó gracias a las a las grandes corporaciones alemanas que propiciaron la llegada de nativos para el manejo de las empresas. 

La Cervecería y Centro Cultural Toluca, oleada de inmigrantes, empleo y cambio  

Un ejemplo del ímpetu por arraigar testimonio extranjero en México, específicamente en Toluca, es la Cervecería Toluca y México, fundada en 1865 por el suizo Agustín Merendaz y adquirida por el alemán Santiago Graff, creadora de una de las más emblemáticas cervezas; “Victoria” 

En el siglo XIX Santiago Graff, por boca de Humbolt, se entera de la ciudad de Toluca y su volcán “El Nevado” Decide conocerla y enfatizar el negocio de la cerveza puesto que el clima era muy parecido al europeo y el agua que emanaba del volcán facilitaba la siembra de la cebada.  

La cervecería trajo consigo no solo una nueva oleada de inmigrantes alemanes sino además generó una  fuente de empleos para los habitantes locales y propuestas de negocio preocupadas por las mejoras a la ciudad, contaba con una estación de bomberos que brindaba servicio desinteresadamente.  

Actualmente la cervecería ya no continúa abierta pero en su lugar se encuentra en Centro Cultural Toluqueño, recinto dedicado a la difusión de arte y cultura.  

Sin duda el fenómeno de la inmigración ha dejado un legado significativo en diferentes ámbitos de la actual Toluca; los famosos tacos árabes derivados de la inmigración proveniente del Líbano, las instituciones y los recintos que arquitectónicamente resaltan la cultura francesa y española, la industria alemana en constante crecimiento, el legado artístico y cultural japonés o bien la incorporación del léxico, sólo por mencionar algunos ejemplos.  

Ciertamente los encuentros culturales siguen latentes y son parte del día a día de los toluqueños. Las aportaciones que poco a poco forjaron lo que ahora es la ciudad de Toluca se hallan diluidas en la historia intrínseca de la ciudad, en los modos, hábitos y el hablar de sus habitantes. 

 La incomodidad hacia la inmigración, sobre todo latinoamericana, es propia de los tiempos contemporáneos, es necesario retomar el carácter humano y cultural de la inmigración y entender que los procesos migratorios son circunstanciales. 

“El racismo comienza con el rechazo hacia el sincretismo cultural que la inmigración conlleva” (Lic. María Susana Victoria Uribe) 

 La nación mexicana como hoy la conocemos es el resultado de una gestación entre fenómenos migratorios y el desplazamiento interno autóctono. 

(Foto: Redes)