Metodologías generalistas, cuando lo importante es resolver problemas
¡Vivimos en un mundo globalizado!, es una frase que escuchamos diariamente en todos los ámbitos de nuestra vida, por lo que no es raro que sea también el común denominador de un discurso internacional que sirve para unir a los países.
Sería una frase completamente cierta, si se hubieran globalizado todas las cosas buenas, sin embargo, seguimos teniendo los mismos problemas de atraso tecnológico, de preparación y sobre todo de infraestructura, que teníamos antes de la globalización.
Fuera de esta queja, debemos tener claro que hoy en día las empresas e instituciones tienen acceso a mecanismos de gestión que existen en todo el mundo, siendo los más populares aquéllos que demuestran que logran incrementar la productividad. Las herramientas para gerenciar más competitividad al interior de los centros de trabajo están disponibles para chinos, ecuatorianos y mexicanos por igual.
Por ejemplo, nadie puede decir que no puede integrar un proyecto como lo haría una empresa holandesa, pues en México ya existe un número (aunque reducido) de especialistas en gestión de proyectos con la metodología “Project Manager Profesional”, que reúne las mejores prácticas mundiales en la materia.
Tampoco ningún empresario puede decir que no tiene herramientas para gestionar mejores productos o servicios, pues tiene a su disposición, a precios muy competitivos, Normas Internacionales como ISO 9001 (gestión de calidad), ISO 22001 (inocuidad alimenticia), ISO 14001 (gestión ambiental), o UNE 93200 (gestión de servicio), que han demostrado, con una adecuada implantación, capacidad para lograr mejores condiciones en todos los segmentos del mercado.
Existe un pequeño problema, y es que, como siempre, ha llegado un poco tarde el conocimiento y uso apropiado de estas herramientas, y ya sea por motivos de desconocimiento, un gran número de directivos se rehúsan a usarlas, además, otro factor que influye negativamente, es que las nuevas herramientas de gestión corporativa se están desarrollando en el campo laboral -fuera de las universidades- lo que genera que la mayor parte de los profesionistas, al momento de su incorporación al ámbito profesional, ya se encuentran desactualizados, situación que viene sucediendo al menos en los últimos 10 años.
Es tanta la demanda de competencias laborales, y tanta la desconexión universidad-trabajo, que muchos de los solucionadores de problemas ni siquiera pasaron por la Universidad, sin embargo, son especialistas en las llamadas metodologías “generalistas”, que demandan la solución de problemas mediante dominio de herramientas de planeación, administración y prospectiva de orden sumamente aplicativo. En la mayoría de los casos, dichas habilidades pasan por un riguroso proceso de certificación, que, para variar, también es diseñado por los empleadores, por aquello de evitar fallas.
A esto se refiere sistemáticamente Bill Gates cuando señala que a él no le importa contratar personas con maestrías y doctorados, lo que le urge, “son personas que tengan competencias específicas”.
*Consultor en Gobernova
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