México: el rostro que nadie quiere ver, el de la discriminación laboral
De acuerdo con el marco normativo del sector trabajo, en nuestro país no está permitido establecer condiciones que impliquen discriminación entre los trabajadores por motivo de origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otro que atente contra la dignidad humana.
Ello obliga que empresas e instituciones a practicar la inclusión laboral, que se entiende como ofrecer trabajo de forma activa a las personas, dejando atrás todo rasgo que signifique un trato diferenciado en el centro de trabajo.
La realidad, sin embargo, señala un rostro de profunda discriminación laboral, donde se excluye de oportunidades laborales a jóvenes, mujeres, adultos mayores, indígenas, y personas de la comunidad LGBT, a todos por igual.
Empecemos… en los Resultados Generales de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2010, se señala que la falta de oportunidades de empleo y experiencia son considerados como los principales problemas de las y los jóvenes en México, asimismo, que EL PRINCIPAL PROBLEMA PERCIBIDO POR CUATRO DE CADA DIEZ PERSONAS ADULTAS MAYORES ES LA DIFICULTAD PARA ENCONTRAR TRABAJO.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2014, 42 DE CADA 100 MUJERES Y 76 DE CADA 100 HOMBRES PARTICIPAN EN ACTIVIDADES ECONÓMICAS. Como resultado de la diferencia en la participación económica de mujeres y hombres, en la población adulta mayor (60 años y más) de igual manera se ven reflejadas las diferencias en la tasa de jubilación, la cual fue de 8.7 % PARA LAS MUJERES Y 25.1 % PARA LOS HOMBRES.
Por otro lado, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), tomando como base los resultados de 2005 y 2010 de la ENADIS, ha señalado sistemáticamente que el 75.6 % de la población en México no justifica de ninguna manera negarle a una persona adulta mayor un trabajo que sí podría realizar, sin embargo, MÁS DE LA MITAD DE LA POBLACIÓN EN GENERAL OPINÓ QUE LAMENTABLEMENTE ESTO NO ES LO QUE SUCEDE. En la ENADIS 2010 se mostró que el 39.1 es el porcentaje de personas de uno o de cualquier grupo étnico que considera que no tiene las mismas oportunidades que los otros para conseguir trabajo.
Una tercera fuente de información -la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2011- identificó que en 2011 el 21 % de mujeres que trabajaban padecieron algún incidente de discriminación en su lugar de trabajo. Así también, se encontró que el acoso y la discriminación es lo más frecuente que padecen, el primero orientado a atentar contra la víctima a través de humillaciones y agresiones verbales, físicas y sexuales, el segundo relacionado con menores oportunidades de trabajo, salario, promociones y prestaciones. Ambos ponen en peligro el empleo de la mujer y disminuyen su dignidad personal y profesional. La encuesta, estima que EL 91.3 % DE LAS MUJERES CON VIOLENCIA LABORAL, MENCIONAN SER VÍCTIMAS DE DISCRIMINACIÓN Y EL 92 % DE ACOSO LABORAL.
La igualdad sustantiva se logra eliminando la discriminación que menoscaba o anula el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales en el ámbito laboral. Supone el acceso a las mismas oportunidades, considerando las diferencias biológicas, sociales y culturales de las personas. México está muy lejos de lograrlo.
*Consultor en Gobernova
@CuevasRamon contacto@gobernova.com.mx @gobernova www.gobernova.com.mx
(Foto: Especial Portal)
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