En noches como esta ® 

Las estrellas no respiran en esta calle, erase una vez un cuento sin color de tormentas que sin razón golpeaban incesantemente la cordura, es como si el humor negro de este destino habido de conflictos comenzará la broma para sobrellevar el día. 

Daniel Cortez 

En el tumulto de sensaciones siempre hay un detonante que nubla la vista, uno que no escusa las acciones, sin embrago materializa el lado oscuro de un corazón de apariencia inerte, pero en su pasividad guarda tristes emociones… y es entonces cuando el torbellino palpita por el suelo que piso, hace destrozos y mutila sentimientos, es un ejemplo tibio de que el alma necesita limpieza, es un momento de arreglar el basurero de malos pensamientos, de congelarse en el frío de la lluvia y morir un poco. 

Aún no amanece, el agua, el viento y los fantasmas agreden incesantemente a las víctimas de un capricho, de un ego mal encausado y de una soberbia embriagada que vaga pagana con un sobrenombre acuestas. 

No respiran en esta calle las estrellas y la luna menguante no ilumina, no puedes levantar con las manos los cristales que dejó a su paso la nostalgia, lo ideal es caminar sobre los escombros para sentir de nuevo, sangrar y entender las consecuencias de la amargura almacenada por años, la bomba de tiempo que consume todo a su alrededor. 

Hace poco noté que se han vuelto tenebrosos estos días del año, cuando el frío arrecia el alma percibe más nostalgia, así que después del desastre hecho por las palabras, abro el pequeño regalo que guardé en mi pecho para comenzar de nuevo, dejo salir el suspiro que se enfrenta a este inclemente viento invernal, para acelerar el motor, para bullir la sangre a su máxima expresión, tomar lo roto, hacer limpieza, sanar entibiando lo gélido de un cuerpo con tinta roja y en noches como esta, renacer de las cenizas. 

(Foto: Redes)