Con los excesos del maratón Guadalupe-Reyes, no solo viene un aumento de peso como consecuencia, sino también enfermedades gastrointestinales, como diarrea y vómito, incluso del hígado como congestión etílica, pero también descompensaciones de los pacientes con diabetes o hipertensión, por lo que es común que en las salas de urgencias en esta temporada se atiendan estos cuadros, de la mano con el alza de víctimas de accidentes de tránsito.

Miguel García Conejo

Monserrat Vallejo Vilchis, encargada del área de nutrición del hospital 251 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoció que los días más concurridos en la sala de emergencias son el 25 de diciembre y el 1 de enero, pues llegan cientos víctimas de los atracones en todo sentido.

“Las personas olvidamos frecuentemente que, si somos diabéticos o hipertensos, no tenemos ese permiso, el cuerpo no nos lo da, ni tenemos la apertura de que, como es Navidad, podemos comer o beber más, es una cuestión de salud”.

Señaló que no es necesario cambiar las tradiciones, sino bajarle un poquito a las aceitunas, alcaparras, almendras, que el mole sea bajo en grasa, que al pavo no se le ponga tanta mantequilla o tocino, es decir, cuidar un poquito lo que ingerimos, medirnos en cuestión de bebidas etílicas, y ser responsables con nuestros cuerpos.

“En dos días, el cuerpo puede ganar 3 kilos, en un par de días muy desenfrenados, pero hay que contar que están las cenas y el recalentado”.

La especialista también detalló que un gramo de grasa aporta nueve calorías, mientras que un gramo de alcohol aporta ocho.

“Podemos controlar la dieta en cuestión de grasas, pero descuidarla en el aspecto del alcohol y la cuenta de calorías se nos va a ir para arriba”.

Finalmente, apuntó que se necesitará media hora de trotar, nadar o correr, para bajar sólo una tacita de ponche.

(Foto: Redes)