Ejemplo de perseverancia y fuerza de voluntad, Edith Flores “La Pantera”, se ha convertido en un orgullo toluqueño dentro del pugilismo profesional. 

Guillermo Guadarrama  

Madre soltera, instructora, estudiante y boxeadora en las categorías mini mosca, paja y átomo, Edith desde hace cinco años ha demostrado que puede con todo, sin ayuda de nadie y con el único aliento de ser un buen ejemplo para su hija y para las mujeres. 

“Es difícil, porque estoy todo el día fuera de mi casa, casi no veo a mi hija, solo le dedico los fines de semana porque los demás días estoy entrenando, trabajando y preparándome, pero todo lo hago por el bien de mi hija, para darle lo mejor”, comentó Edith Flores. 

Aseguró que uno de los principales objetivos para su hija es que practique algún deporte, “y si es box pues qué mejor, si me gustaría que siguiera los pasos”. 

Y es que señaló que la pelea más difícil es la que se lleva abajo del ring, pues también se ha enfrentado al choque de ideas respecto al boxeo femenil.  

“Mis papás jamás quisieron que estuviera dentro del boxeo, porque mucha gente lo ve como el deporte de hombres y mucha gente, sobre todo en los pueblos lo ven como el deporte rudo para hombres y se les hace raro ver a una mujer, además me veo rodeada de hombres, pero eso no es un impedimento para salir adelante y demostrarle a mi hija que las mujeres también podemos”. 

Hace unas semanas, la Pantera Flores se convirtió en campeona Nacional de la FECOMBOX en una velada espectacular con beneficio de las familias en estado vulnerable del municipio de Jilotepec.  

“He peleado con varias campeonas, he estado en el equipo de Esmeralda Moreno, Ibeth “La Roca” Zamora, he peleado con la Polvorita, Mayela Pérez “La Cobrita”, con la hermana de “La Barbie” Juárez y de Ana María Torres”, comentó la púgil toluqueña. 

Su secreto, entrenar con hombres y mujeres por igual, sin importar tamaño peso y fuerza, para poder subir al ring a dar el todo por el todo. 

(Foto: Luz Gutiérrez)