Back to the past
Hace unos días concluyó el Smart City Expo World Congress 2019 (SCEWC19), el congreso de ciudades inteligentes más importante del orbe, que se realiza cada año en Barcelona. Ciudad que, pese a la dividida opinión respecto a su soberanía existente entre sus habitantes, se ha convertido en la punta de lanza de las nuevas tendencias de habitabilidad para las ciudades que transitan hacia el futuro.
En el SCEWC19 hubo centenares de expositores, entre los que destacan los dos grandes monstruos de la industria de las tecnologías de la información y las comunicaciones: la estadounidense CISCO y la china Huawei Technologies. Ambas acompañadas de otras firmas muy reconocidas, como la alemana T- Systems, la coreana Samsung, las norteamericanas Apple y Microsoft, las nórdicas Ericsson y Nokia, y otras más de mil compañías de este sector, que, poco a poco, están transformando los paisajes urbanos en nuestro planeta, construyendo nuevas y futuristas ciudades y modificando muchas otras más como la propia Barcelona, para arrancarles sus últimas reminiscencias medievales e insertarlas de lleno en el futurista concepto de comunidad que definirá a la sociedad humana del siglo XXI.
El congreso que también alberga el SCEWC19, recibe a líderes de todas partes del mundo, no sólo de área técnica, sino principalmente de las administraciones públicas, quienes asisten para compartir sus experiencias, presentar los problemas que enfrentan y encontrar soluciones ante la inserción de nuevas tecnologías en sus respectivas comunidades como: el Internet de las Cosas, el Blockchain, la Industria 4.0, los vehículos autónomos, etc. Las conversaciones que sostienen los cerca de 25 mil asistentes, tanto aquellas que se detonan en los salones de conferencias, como las que brotan en los pasillos de la exposición, germinan y se desarrollan siempre en torno a la creación y fortalecimiento de la comunidad y la ampliación de la libertad y participación de los ciudadanos. Los países destacan delegaciones para atender los stands de sus agencias promotoras, que aglutinan estrategias de venta y cooperación perfectamente articuladas y orientadas a mostrarse como naciones amigas, democráticas, libres, progresistas y con visión de futuro. Entre las más de 700 ciudades asistentes, de 146 naciones, las europeas presumen los logros alcanzados en temas de inclusión, diversidad y participación ciudadana en la toma de decisiones. También las hay asiáticas y latinoamericanas: colombianas, chilenas, argentinas y brasileñas, pero ya ninguna mexicana…
Las preguntas obligadas hacia los mexicanos son: ¿por qué ahora no vino México?, ¿dónde está ahora el stand de ProMéxico?, ¿qué está pasando en México?, ¿por qué México se está aislando? o ¿hacia a dónde irá México ahora? Y las respuestas sólo pueden ser esquivas o absurdas, pues quienes aspiramos a un México más justo, participativo, incluyente, democrático y futurista, no damos crédito al debilitamiento en curso en nuestro país, de las prácticas de convivencia que están forjando a las comunidades democráticas del siglo XXI, en las que la conciencia por el cuidado del medio ambiente, el uso eficiente de las energías limpias, la cooperación ciudadana ordenada, el estado de derecho y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías en beneficio de las personas, serán las herramientas que permitirán que florezca la colectividad y la creatividad en los ciudadanos de las ciudades inteligentes... pero lamentablemente quizá ya no en México.
Lo anterior, dicho sin aberraciones.
e.rosas@prodigy.net.mx
Twitter: @DrEricRosas
Categoría: Nacional |
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