Este viernes la gente llegará al Panteón General La Soledad, donde miles buscarán recibir a sus fieles difuntos, pero escondidos entre la maleza están sepulcros olvidados, quizás los descendientes de sus habitantes ya fallecieron, y en el peor de los casos puede ser que ni siquiera los recuerden, aunque estén vivos. 

Miguel García Conejo 

Al ser uno de los camposantos más antiguos del Estado de México, edificado en 1884, La Soledad Se ha convertido en la casa de miles de historias, incluso leyendas, por lo que no sólo es un lugar histórico sino lleno de misticismo. 

Para Don Bernardino, trabajador de Servicios Públicos, no se trata sólo de mantener el panteón limpio, sino de darle una tumba digna a aquellos que ya no son visitados o cuyo nombre se ha borrado de sus lápidas, con ganas, amor y dedicación busca que al menos estos sepulcros estén limpios y florezcan junto al resto en esta época de muertos. 

“Hay algunas que son de 1890, aproximadamente, pues esas ya no las visitan por eso nosotros les damos la atención. Hay momentos en los que a veces pasamos haciendo la labor y salen los murciélagos, ya no nos asustamos”. 

Por eso las limpia y evita que se pierdan entre la maleza, más allá del valor histórico que pudieran tener, pues la clase alta del siglo XIX ahí yace, son personas cuyos restos merecen tener un sepulcro digno. 

“Hay que recordar, aunque sea cada año, yo les digo a las personas que vengan a visitarlos, aunque sea una flor, pero sí que se vea que a lo mejor los tiene uno en la mente, en el corazón, que ya se fueron, pero por lo menos cada año hacer eso”, expresó. 

Todo el fin de semana el Panteón La Soledad recibirá a los que aún recuerdan a sus fieles difuntos, harán que el camposanto florezca y con ello, también los olvidados.  

(Foto: Redes)