A nivel nacional 20 por ciento de los productores de maíz encuentran un circuito comercial rentable y 80 por ciento venden en menor escala derivados como las tortillas; en el Estado de México cerca del 70 por ciento se instala en este último rubro, afirmó Ivonne Vizcarra Bordi, investigadora del Instituto de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma del Estado de México.  

Marcela Moreno  

En la entidad, dijo, existen 6 clases importantes de maíz y prácticamente en todas las zonas rurales del Estado de México se cultiva, “en las partes urbanas también como Metepec, San Mateo Atenco o Lerma que crecieron y dejaron parcelas ahogadas, en todo el centro del Valle de Toluca se puede encontrar”.  

Por ello, explicó que es urgente que se regule la comercialización y los intermediarios de este producto ya que muchas familias dependen de él, además de asegurar a los campesinos ya que se encuentran a la deriva y muchos pierden sus cultivos gracias a los cambios climáticos.  

“También porque la tierra está empobrecida prácticamente en todo México, este problema se dio con en el boom de la revolución verde, se sobreexplotó la tierra y no la dejaron recuperarse agroecológicamente, cada vez tuvo más presión la demanda sobre la oferta y cada año era producir hasta agotar el nitrógeno, potasio, etc., y ahora ya no pueden sin fertilizantes que alimenten el suelo”.  

En relación con los medianos y grandes productores de maíz, detalló que, si bien sus ventas son a mayor escala, están condicionados por los intermediarios y la industria, principalmente de la harina, “ellos están cooptados por estas grandes empresas, pero son vulnerables a sus exigencias”. 

Para concluir aseguró que es importante que se proteja esta semilla y a quienes la trabajan ya que es la herencia alimentaria que se ha fortalecido genéticamente a través de cientos de años, “nuestra canasta básica contiene este alimento, se deben impulsar pagos justos, cuidar la distribución y transformación, garantía de precios a los consumidores, erradicar fraudes y corrupción”. 

(Foto: Marcela Moreno)