Doña Andrea Davianez Zavala, quien, a pesar de su avanzada edad de 83 años, es un ejemplo por seguir para sus hijos y nietos.
Luz Gutiérrez
Desde muy joven, doña Andrea, quedó viuda, lo que la impulsó a buscar trabajo para poder mantener a sus hijos. En aquel tiempo, comenta doña Andrea, comenzó vendiendo jugos y licuados en la Ciudad de México, después de unos años, decidió regresar a su lugar natal que se encuentra en el Estado de México, y decidió quedarse a vivir en la ciudad de Toluca.
“La vida no ha sido fácil, cuando mi esposo murió mi hija la más chica tenía ocho meses, de ahí fue trabajar, mandar a los niños a la escuela y llegar hasta acá” comentó doña Andrea
En la Calle Primero de Mayo frente al Centro Cultural de Toluca, se encuentra el puesto de garnachas de doña Andrea, quien de lunes a sábado con un horario de 9 a 4 de la tarde atiende a sus clientes, quienes la conocen y prefieren por su rico sazón.
Quesadillas, gorditas, pambazos, enchiladas, tortas y sopes acompañados ofrece doña Andrea junto a sus hijas, especialmente la mayor, quienes atienden este “puestecito”. Cabe destacar, que también venden un delicioso café de olla y este es repartido todos los días por su nieta o hija.
“Para nosotros sus hijos, es un orgullo tenerla como madre y es un ejemplo para todos nosotros, incluyendo a sus nietos porque ella es muy trabajadora y a su edad sigue de pie, sin enfermarse. Nosotros la apoyamos que venda aquí, porque ella es feliz aquí, vendiendo gorditas” expresó Claudia Ramírez.
(Foto: Luz Gutiérrez)
Categoría: Nacional |
Etiquetas:
No hay etiquetas asociadas a éste artículo. |
Vistas: 55 |