2019-10-17-la-sociedad-pregunta-3

La Sociedad Pregunta… 4

El ser humano es el único ente inteligente en el planeta Tierra, sin embargo, desde su aparición se ha distinguido por una conducta altamente violenta, destructiva y devastadora de la riqueza, la armonía y la belleza del entorno natural, convirtiendo así un maravilloso paraíso, en su propio infierno.  

¿De Dónde nos Viene Tanto Odio Hacia la Naturaleza?  

Lucio Ramírez Medina*  

Apenas en la última semana de septiembre, ante líderes del clima de la ONU, la aguerrida adolescente sueca, Greta Thunberg sacudió las conciencias con su desgarrador reclamo, que es el mismo de las nuevas y las futuras generaciones: “ustedes me han robado mi infancia y aun así yo soy una de las afortunadas. La gente está sufriendo y muriéndose y ustedes solo pueden hablar de dinero. Si nos fallan no se los vamos a perdonar”.  

El solo objetivo de esa cumbre que reunió a 60 líderes de diferentes países que han prometido profundizar sus planes contra las emisiones de gases de efecto invernadero, es escalofriante: evitar que el aumento de la temperatura global por esas emisiones, sea menor a 1.5 grados respecto a los registros previos a la era industrial. 

Antes el pensador Nietzsche había lanzado un desafío pretendiendo cambiar el valor del movimiento partiendo del niño que juega a orillas del mar, cuya imagen representa la regresión, el retorno al origen, el eterno regreso al otro como un nuevo comienzo. 

También el intelectual Mark Lilla advierte: “cuando un ser humano se hace consciente de sí mismo, descubre que está en un mundo que no es de su hechura, pero del cual forma parte y, por lo tanto, debe estar sometido a las mismas leyes físicas que afectan a los objetos inanimados de ese mundo, porque, como las plantas, requiere de nutrientes y se reproduce; y, como los animales, vive con otros, construye refugios, lucha y siente.  

Pero al ser humano lo que le mueve es la ambición y el poder, y en esa carrera irracional va echando mano de todos los recursos naturales, renovables y no renovables, al grado de provocar la ira de la propia naturaleza que se defiende con terremotos, tsunamis, deshielos y alternación de los ciclos naturales, ante las irracionales conductas de los seres inteligentes.  

Antes de la especie humana, convivieron en este planeta los neandertales y los sapiens sapiens, y éstos últimos lograron sobrevivir por su capacidad de crear arte rudimentario, a pesar de que los primeros contaban con un cerebro más grande.  

La solución ante este odio hacia la naturaleza, entonces, podría estar en que los humanos nos acerquemos más a la creatividad de las bellas artes, para alejarnos más de la tentación de destruir la belleza, la armonía y la perfección del planeta.  

*Licenciado y Maestro en Periodismo  

lurame_3@hotmail.com  

@luciorm   

(Foto: Redes)


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Nacional
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