Martha Romero

La innovación, el gobierno digital y la inteligencia artificial son herramientas estratégicas que inciden directamente en la forma en que se organiza y opera el Estado, así como en la manera en que brinda atención a las personas y los mecanismos que aseguran transparencia, eficiencia y rendición de cuentas, aseveró la diputada Itzel Guadalupe Pérez Correa, integrante de la comisión especial de Innovación, Gobierno Digital e Inteligencia Artificial.

Añadió que de los 18 millones de mexiquenses, por lo menos el 64% utiliza plataformas digitales para el desarrollo de sus actividades diarias, así como la atención de servicios como bancarios, transferencias, pagos y trámites gubernamentales en plataformas estatales, municipales o de organismos autónomos, así como de instituciones educativas, por lo cual es una relación muy estrecha la que tecnología y ciudadanía tiene actualmente.

Refirió que el portal gubernamental del Estado de México atiende todos los días más de 1,300 servicios a través de sus plataformas digitales para optimizar y simplificar trámites que inciden en la vida cotidiana de los mexiquenses, como la emisión de un acta de nacimiento o de cédulas de operación de negocios, así como el pago de servicios recaudatorios, por lo que la dinámica social no se podría entender sin la utilización del gobierno digital y la innovación que trae consigo.

Como integrante de la comisión especial de Innovación, Gobierno Digital e Inteligencia Artificial, Pérez Correa enfatizó que actuará en congruencia para buscar soluciones innovadoras y políticas públicas capaces de responder a los desafíos de un mundo globalizado.

De esta manera, dijo, la transformación digital del gobierno y la incorporación responsable de la inteligencia artificial deben convertirse en ejes estratégicos del desarrollo, no como un lujo, sino como una necesidad impostergable para fortalecer la competitividad, la justicia social y la confianza ciudadana en sus instituciones.

Refirió que la comisión jugará un papel muy activo en la construcción de un marco normativo que garantice que la innovación se traduzca en bienestar social, desarrollo económico y fortalecimiento democrático.

Indicó que, si bien la innovación y tecnología generan grandes avances en la calidad de vida de las personas, es necesario reglamentarlas y sobre todo establecer mecanismos que no permitan que estos insumos rebasen, pero sobre todo comprometan la integridad de las personas, derivada de su explotación y uso.

Por último, mencionó que la innovación no es un destino, sino un proceso permanente, además de que el gobierno digital no es un accesorio, sino un deber de modernización, y la inteligencia artificial no es un fin en sí misma, sino una herramienta que debe ponerse al servicio de la sociedad

(Foto: Especial Portal)