El 5 de noviembre de 1964, más de 50 mil personas se reunieron para presenciar la inauguración de la Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) y reconocer al presidente de la República Adolfo López Mateos, hijo predilecto de esta casa de estudios y de la entidad.
Según las crónicas periodísticas de la época, el Estadio Universitario fue insuficiente para tal aforo, así que miles de personas provenientes de diversos puntos de la entidad se apostaron en las faldas del Cerro de Coatepec, donde desplegaron mantas de agradecimiento al mandatario federal, quien este día realizó el último acto de su gobierno en la capital mexiquense.
El mediodía de aquel jueves, al centro del graderío, un retrato de Adolfo López Mateos (quien fuera estudiante, bibliotecario, académico y director del antiguo Instituto Científico y Literario del Estado de México, antecedente de la UAEMex) dominaba el escenario, acompañado de las iniciales del mandatario federal, dicen, de 40 metros de altura.
En tanto, en la cancha, ocho mil estudiantes de secundaria y primaria desarrollaron un cuadro plástico, formando la frase ¡Viva ALM!, que se sumó al júbilo, ovaciones, porras, aplausos, flores, confeti y música de bandas de guerra.
Acompañado del titular de la Secretaría de Educación Pública, Jaime Torres Bodet; el gobernador mexiquense, Juan Fernández Albarrán, y el rector de la Autónoma mexiquense, Jorge Hernández García, Adolfo López Mateos entregó una obra conformada apenas por las hoy facultades de Ingeniería, Derecho y Contaduría y Administración, así como el Estadio Universitario “Alberto ‘Chivo’ Córdoba” y la Torre Reloj, ubicada en las inmediaciones de la Facultad de Arquitectura y Diseño. Ya entonces la Ciudad Universitaria, hoy consolidada como emblemática para la comunidad verde y oro, era fastuosa.
Construido sobre una superficie de 25 hectáreas y que tuvo un costo de 20 millones de pesos, este campus significó la consolidación del apoyo y gestión en beneficio de la institución educativa de tres de sus egresados: el presidente Adolfo López Mateos, el gobernador Juan Fernández Albarrán y el ex gobernador Gustavo Baz Prada, quien entregó los terrenos a la institución y en cuyo mandato inició la construcción del campus.
Cabe destacar que también aquel día, el nativo del municipio de Atizapán de Zaragoza inauguró las instalaciones de la Facultad de Medicina, con una inversión superior a los 5 millones de pesos.
Luego de la inauguración de la Ciudad Universitaria, en el patio poniente del Edificio de Rectoría se realizó un banquete, al que asistió como invitado de honor el presidente Adolfo López Mateos.
La construcción de Ciudad Universitaria, hace seis décadas, fue una solución al crecimiento de la matrícula estudiantil de la Universidad Autónoma del Estado de México, que hasta entonces tenía como sede principal el antiguo Edificio de Rectoría. Entonces se dijo que las instalaciones de la institución en el Cerro de Coatepec tenían la capacidad de albergar hasta dos mil estudiantes. En la actualidad, más de 20 mil personas realizan diariamente actividades de docencia, investigación y difusión de la cultura en este representativo espacio.
(Foto: Especial Portal)
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