Martha Romero
La incertidumbre económica, la aplicación creciente de aranceles y la poca certeza de posibilidad que tendrán las empresas de llegar al mercado de Estados Unidos en condiciones competitivas, son las principales razones por las que México cayó cuatro posiciones en el ranking de los 25 países más atractivos para la inversión extranjera, ubicándolo en el último lugar.
En este contexto, Mauricio Massud Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem) señaló que durante el sexenio anterior, México se ubicó como la posición número 21 en la medición de países más atractivos para la inversión, y en el año 2000, alcanzó la posición número tres en el mismo ranking.
Añadió que la situación es apremiante para buena parte del país, ya que no está llegando nueva inversión extranjera directa a la economía mexicana como había sido pronosticado el año pasado, sino solo hay reinversiones de utilidades de la manufactureras que están en el mercado mexicano, lo que representa más del 90% de los capitales extranjeros que han ingresado.
Recordó que México y Canadá fueron los primeros países en recibir los aranceles de Donald Trump, lo que ha generado incertidumbre entre inversionistas que tienen como principal motivación la cercanía de Estados Unidos para el acceso de sus productos.
Massud Martínez indicó que al sector también le preocupa las condiciones que se han dado para la operación formal de las empresas, por lo que a lo largo del primer semestre del año ha habido una disminución de registros patronales ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del 2.86%, es decir, empresas que se han dado de baja de la formalidad o han dejado de operar.
Resaltó que el IMSS reportó un total de 1 millón 41 mil patrones en junio, representando una caída de más de 30 mil patrones o empresas en comparación a 2024, lo que no es un hecho menor porque estas disminuciones llevan 14 meses consecutivos y lejos de sumar empresas formales, se están perdiendo creadores de empleos.
Señaló que es urgente generar incentivos o modelos que hagan conveniente trabajar en la formalidad y permitan empleos que traigan un valor agregado a la población, pues durante los últimos años no se ha visto una estrategia que promueva la reducción del índice de informalidad, pues cada vez es más atractivo trabajar de manera informal al tiempo de obtener un recurso en programas sociales que complemente las necesidades de la gente.
Por último, refirió que para el sector económico la posibilidad de entrar en un proceso de recesión sigue siendo una preocupación latente que se ve reflejada en temas como el creciente índice inflacionario, la reducción de la capacidad adquisitiva de la población y las disminuciones en los índices de inversión a nivel nacional.
Categoría: Economía y Trabajo |
Etiquetas:
No hay etiquetas asociadas a éste artículo. |
Vistas: 328 |