Orlando Salinas Cesáreo / Ana María López
Como si hubiera sabido que la lucha de sus guardianes se impondría sobre la visión del desarrollo depredador, el gran lago de Texcoco resistió, así como resistieron las mujeres y los hombres que lo defendieron hasta con la propia vida.
El agua tiene memoria, dice el pueblo sabio, y siempre regresa a su lugar. Hoy, que el agua memoriosa ha vuelto, con ella ha retornado también la vida y la certeza de que hay batallas que vale la pena pelear.
Hace seis años fue detenido el proyecto aeroportuario que habría enterrado definitiva e irremediablemente lo que en ese momento quedaba del lago. Pesó, más que nada, la voluntad de los pueblos campesinos de la cuenca lacustre del Valle de México, conformada también por los lagos de Zumpango, Xaltocan, Xochimilco y Chalco, hoy engullidos prácticamente enteros por la monstruosa zona metropolitana habitada por más de 20 millones de personas.
Contó también el apoyo de miles que hace tiempo que ya no se dejan convencer por el espejismo de la “modernidad” y reconocen la urgencia de detener el tremendo daño a todo lo vivo que el capitalismo salvaje, en su fase neoliberal, provoca por ahí por donde pasa; y contó asimismo la determinación del primer gobierno de la cuarta transformación, insultado y desacreditado hasta la ignominia por los promotores del aeropuerto que no fue y del gran negocio inmobiliario que se les escapó de las manos con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la república.
En ese lugar, este 30 de agosto el presidente inauguró el prometido Parque Ecológico Lago de Texcoco, el cual, más que solo un lugar de esparcimiento, es un proyecto de rescate y restauración de un gran cuerpo de agua como no se había emprendido en México nunca antes.
Recuperación ecológica
Esta, que es una de las obras prioritarias del gobierno de López Obrador, consiste en la recuperación hídrica y ecológica de más de 14 mil hectáreas de terreno, declarado Área Natural Protegida en 2020. Ahí podrían caber 17 bosques de Chapultepec, dos ciudades de Oaxaca o 2.8 islas de Manhattan. La inversión fue de 5 mil 500 millones de pesos y su construcción benefició con empleos directos a más de 11 mil personas, pero el total de población favorecida se estima en 12.5 millones de habitantes del Valle de México.
Los trabajos se enfocaron en la restauración de especies nativas, la organización del sistema hidrológico lagunar —que incluye la reconstrucción del lago Nabor Carrillo— y la rehabilitación de infraestructura vial al interior y exterior del parque.
El parque está ubicado en la peor isla de calor de la región, factor que agudiza el ya de por sí notorio incremento de la temperatura a causa del cambio climático. En este contexto proyectos de esta naturaleza son indispensables, al coadyuvar en la regulación de las temperatura.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua, el lago de Texcoco es la única zona en el valle con la extensión necesaria para almacenar excedentes de agua a gran escala, y como parte del proyecto, se ha reconstruido y protegido el espacio de los humedales que existen en la zona, clasificados como de importancia mundial.
También se reconectaron nueve ríos de oriente con el lago de Texcoco, además de acciones de saneamiento, como el desazolve de siete ríos, construcción de humedales comunitarios y recuperación de la laguna Xalapango. Se han impulsado además 180 proyectos ambientales y agrícolas, con una inversión de 31.6 millones de pesos.
Otro beneficio es que en una zona con altos índices de contaminación del aire, aumentará hasta cinco veces el área verde per cápita en municipios como Atenco, Chimalhuacán, Ecatepec, Nezahualcóyotl y Texcoco, y en un 9% para el resto del Valle de México, capturando hasta 1 millón 464 mil 968 toneladas de carbono al año.
Sobre la biodiversidad de la zona, que también ha ido recuperándose, está conformada por más de 250 especies de flora, 370 de fauna y 10 de hongos y musgos. En el sistema de lagos hay cerca de 100 mil aves residentes y 200 mil que anualmente lo utilizan como parte de una ruta migratoria desde Alaska a Sudamérica.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales informó, por otro lado, que el proyecto Parque Ecológico Lago de Texcoco incluyó la reforestación de 111 hectáreas con pino, maguey, nopal y otras especies; la construcción de un vivero comunitario y capacitación a brigadas contra incendios; trabajo con las comunidades devastadas por la extracción minera y clausura de 25 bancos de extracción de materiales para la construcción del fallido aeropuerto.
Con los habitantes de San Salvador Atenco, protagonistas de la resistencia contra el aeropuerto y víctimas de la represión de los gobierno federal y estatal el gobierno de la república acordó acciones diversas, como la construcción en Atenco de un nuevo panteón, una nueva cancha de futbol y una pista de atletismo en el parque ejidal Los Ahuehuetes; además, se rehabilitó un cárcamo; diez obras del Programa de Mejoramiento Urbano en Atenco y Tepetlaoxtoc con una inversión de más de 400 millones de pesos; construcción de una Universidad para el Bienestar Benito Juárez García con cinco carreras, de las cuales dos se enfocan en materia ambiental; garantía del derecho al agua; construcción del Hospital General IMSS Bienestar de 60 camas tiene un avance de más de 75 por ciento.
Transformación pacífica
En la ceremonia de inauguración del parque, el presidente Andrés Manuel López Obrador, recibido por miles de personas, dijo que se está arrancando de raíz una época de corrupción, y que México estaba en decadencia, en una crisis económica, política y de bienestar social por pérdida de valores culturales, morales y espirituales, y aseguró que la transformación se está haciendo con la ayuda del pueblo y de manera pacífica. “Estamos haciendo la transformación desde abajo, entre todos y de manera pacífica; es una transformación igual de profunda que la independencia y que la revolución”, aseguró.
Comentó que se va muy tranquilo porque será Claudia Sheinbaum a quien le entregará la banda presidencial. “Ella es una mujer preparada, una mujer con principios, con ideales y, sobre todo, una mujer con buenos sentimientos y que es puro corazón”, dijo.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo resumió, en una frase, la esencia del proyecto: “Es un acto de justicia social y ambiental, porque recupera la tierra, recupera nuestro territorio, recupera las aves, recupera la naturaleza, recupera la vida”.
Fotos: Especial Acta Semanal.
Sección: Medio Ambiente |
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