Estefanía Antonio
En el año 2014, Jesus Gamboa, originario de San Luis Mextepec, vivía una vida tranquila mientras se dedicaba a estudiar la carrera en derecho, sin embargo, paradójicamente, la injusticia tocó a su puerta interrumpiendo sus planes de convertirse en un profesionista defensor de los derechos, pues fue acusado injustamente de homicidio y condenado a estar por 47 años y medio tras las rejas.
En ese entonces Jesús tenía 24 años y estaba a punto de egresar de la licenciatura en derecho del Centro Universitario de Ixtlahuaca, pero un dos de febrero de hace ocho años, mientras transitaba por las calles de San Luis Mextepec, se vio involucrado en una riña dónde murió una persona.
Según cuenta su madre, Jesus no tuvo nada que ver en la riña, pues hay varios testigos que vieron que él solo fue un chivo expiatorio para que los seis integrantes de la banda no fueran encarcelados.
“A mí hijo le destrozaron su vida y su carrera, le imputaron el delito y le crearon una carpeta fabricada”, comentó.
Días después de la riña empezaron las incongruencias pues una tarde llegó a la puerta de la casa de Jesús una trabajadora del magisterio, quien le hizo una serie de preguntas supuestamente para inscribirlo en un programa de becas para jóvenes universitarios. Durante esa “entrevista”, Jesús, emocionado por recibir apoyo económico para sus estudios, informó a la supuesta trabajadora varios datos personales que posteriormente se sospecha fueron usados en su contra pues la beca nunca llegó, pero una orden de aprehensión, si.
“Antes de que se llevarán a mi hijo llegaron a mi casa e intentaron llevarse a mi esposo porque los dos tienen el mismo nombre y sabemos que el que acusó a mi hijo ni siquiera lo conoce, todo fue fabricado”, argumentó.
Fue un año después de la riña, en 2015, cuando empezó el juicio en el que un abogado de oficio se hizo cargo del caso de Jesús.
En ese momento uno de los testigos declararía a favor de Jesús, sin embargo se sabe que el abogado le pidió mentir.
También hubo otras dos mujeres que observaron los hechos pero, sin que ellas supieran, la Fiscalía General del Estado de México, presentó la declaratoria de una de ellas dónde culpa a Jesús de homicidio. A palabras de la madre de Jesús: “el ministerio les dijo a las dos señoritas que mintieran”.
Y aunque la realidad es que todos saben que Jesús es inocente, sólo un taxista, quien también fue testigo de la riña, habló defendiendo al jóven, sin embargo, esto no fue suficiente para evitar que el juez lo declarara culpable en el 2015 y le imputara una pena de 47.5 años en el Centro de Prevención y Readaptación Social “Santiaguito”, ubicado en Almoloya de Juárez.
Hoy, Jesus ya tiene 32 años y lleva encarcelado siete. Su familia sigue clamando por justicia debido a todas las irregularidades en su caso y sobre todo porque, a pesar de existir seis órdenes de aprehensión por el homicidio, los verdaderos culpables siguen libres y Jesús, en vez de estar ejerciendo la carrera en derecho que estudiaba, está tras las rejas
(Foto: Estefanía Antonio)
