Dos gatos / Por definición / En otoño ®
Dos gatos
Un sabor me lleva al templo del morbo,
en las sombras dos gatos se beben,
desean hacer de la oscuridad un pecado,
una palabra rota, perdida, sin temor.
Caminan por las azoteas ronroneando,
comiendo queso sabor a luna,
ocultan su mirada para que su sueño
siga su sendero y un día hacerlo realidad.
Han aprendido que habrá noches solitarias
donde el recuerdo será el único lugar para existir,
para verse y no soltarse, siendo que el contraste
de sus pieles le da equilibrio perfecto para volver
al primer maullido y entrelazados caminar por los tejados.
En un rincón se embriagan, se vuelven adictos,
los licores de sus lenguas contaminan el momento.
Dos gatos se beben, se pierden…
sus miradas son la luna, la noche, su templo del morbo.
Por definición
En mi voluntad, en mi presente,
te nombro pecado, te vivo pecado,
te sueño pecado,
por ser
calor,
deseo,
tentación.
Pecado por ser amor, fuego, pasión,
por ser matiz azul, amarillo, rojo,
pecado por fruto prohibido,
fresa, cereza, manzana.
Pecado por relato, por canción,
por poema…
por ser de mi costilla, por habitar mi mundo,
por hacer realidad
lo que imagino.
Pecado por ser cuerpo, sudor y pensamiento,
por ser seductora de mis sueños, de mi alma,
de todo lo que soy…
Pecado por definición, por religión…
por amor.
En otoño
Han caído demasiados días del árbol de la vida
desde aquel noviembre cuando el viento nos trajo hasta aquí,
las estaciones habían planeado que al paso de las hojas secas
las páginas de nuestras vidas dieran motivos para soñar.
Bastó respirar el presente para entender que el invierno
sería el cálido comienzo de una historia
que al paso del tiempo será leyenda,
un mito que contar al amor mismo para creer.
Las noches siguen siendo de fiesta,
el balcón de nuestros cuerpos
el mejor lugar donde ver las lunas,
pasar las primaveras, los veranos, los otoños…
los otoños que conmemoran los ciclos en nuestra vida.
