Aranxa Solleiro
Con más de treinta años formando parte de la Feria del Alfeñique, Belén Pérez Huerta es de las pocas artesanas que vende dulce de pepita en su presentación de jamoncillo.
Con su hijo que le acompaña, adorna su puesto de manera que los paseantes se sorprendan con sus colores mexicanos y figuras que, ahora, deben sobresalir de lo usual.
“La única época del año en la que se vende dulce de pepita fresco es en esta. La mayoría de los que vendemos dulces en otra temporada del año, no lo incluimos porque como la nogada de septiembre no se vende en otro tiempo, así la pepita.” Mencionó.
Una característica a resaltar es, que la mayoría de los productos que se venden no forman parte de lo tradicional, sin embargo, continúa incluyéndolos para mantenerse en el camino y conservar su trayectoria.
“La verdad cada vez se venden menos los productos originales, que son el dulce de pepita, el turrón, los dulces de leche y el alfeñique, ahora lo que más buscan son los de chocolate o de tamarindo, que no forman parte de lo tradicional pero los vendes por seguir manteniéndote.” Detalló.
Aunado a ello, asegura que quienes hacen que se mantenga el dulce tradicional son las personas del grupo de la tercera edad, no obstante, menciona que la importancia en la cultura toluqueña, al conservar los dulces típicos debe ser fundamental para que no se pierdan en un futuro.
“Los que más compran este tipo de dulce tradicional son los adultos mayores, los jóvenes ya no tanto, debería de ser importante que los jóvenes y niños sean inculcados por sus padres a que deben de conocerlos y saber conservarlos para que no se pierda algo tan importante.” Dijo.
La preparación del jamoncillo de pepita es a base de leche, azúcar y semilla de pepita, tardando su proceso aproximadamente una hora. Dependiendo del número de jamoncillo y dulces, asimismo es el tiempo de su elaboración.
Del tipo de figuras que pueden encontrarse elaboradas con de esta semilla son: figuras de animales, comida miniatura, en barra y circulares, ya que también forman parte esencial de las ofrendas en las casas.
“Por eso su conservación es tan importante o compartir su importancia de generación en generación, porque también es parte de nuestra ofrenda y es comida para nuestros difuntos.” Detalló.
Finalmente, compartió que después de un año de no formar parte de la Feria por motivos de riesgo pandémico, tiene esperanza de que este año la venta mejore, especialmente por el cambio de semáforo epidemiológico en verde.
“Todavía se ve poca gente pero esperamos que poco a poco mejore, se redujeron los días de venta, antes de la pandemia era un mes completo de Feria, ahora solo serán 15 días, así que veremos.” Concluyó.
(Foto: Aranxa Solleiro)
