Prepara Fernando Oscar Martín exposición fotográfica para promover la revalorización del pulque y sus productores en Jiquipilco

Ximena Barragán

De consistencia espesa y viscosa, el pulque es una bebida tradicional mexicana (de origen prehispánico) elaborada a partir de la fermentación del agave o maguey.

Aunque en algún momento fue considerado sagrado, especial para los representantes de los dioses en la tierra (gobernantes, sacerdotes y guerreros), en la historia mas reciente ha sido infravalorado, despreciado y desprestigiado. Su producción se ha visto en riesgo por prohibiciones gubernamentales , la sobre explotación , campañas negativas infundidas por cerveceras y otros productores de bebidas alcohólicas, las condiciones de precariedad de las zonas en las que se produce y , más recientemente la pandemia.

En estas condiciones, no solo se corre el riesgo de perder una de las más valiosas aportaciones gastronómicas de México al mundo, sino también el sustento de comunidades enteras, que por generaciones, y mediante la tradición oral se han dedicado a la producción de esta bebida de los dioses.

Tal es el caso del municipio de Jiquipilco en el Estado de México, donde el fotógrafo de origen argentino, Fernando Oscar Martin, reconocido por retratar la cotidianidad de los pueblos mexiquenses, así como el trabajo artesanal de sus habitantes, pasó los últimos dos años levantando imágenes, conociendo a los talquiecheros, raspadores , y a sus familias, aprendiendo a rapar y extraer el aguamiel.

Como fotógrafo del mediometraje, en postproducción “La expansión de Mazahuel” , de Metacine producciones, Oscar Martin , que previamente había trabajado con el pulque, pero desde su consumo (“Pulque, miel prieta de maguey”, 2013), tuvo la oportunidad un registro fotográfico no sólo del proceso de producción, sino de la vida en comunidad, e individual de los productores.

Desde una mirada antropológica, el reconocido fotógrafo, pudo capturar, en más de seis mil imágenes, el día a día de una comunidad que no sólo vive de , sino forja sus lazos comunitarios a partir de la extracción de aguamiel y fermentación del maguey.

“ Tratamos de mostrar el valor de la bebida, del maguey, de la tierra… un pequeño homenaje a lo que ellos entienden como un tesoro heredado de sus padres”.

Con esta serie fotográfica que constara de 60 fotografías, el argentino , busca hacer lo que muchos mexicanos no han intentado: promover la concientización sobre el significado no solamente de la bebida en si misma, sino de todas sus implicaciones culturas y antropológicas, incentivar su consumo responsable y revalorizar a sus productores.