Intercambiar el esfuerzo de años por productos de la canasta básica, jamás fue la idea de Silvia, sin embargo los efectos colaterales de la pandemia del Covid-19 la han orillado a tomar esa decisión.
Cuando la pandemia llegó a la entidad mexiquense decidió cerrar, aunque iba regularmente al vivero Mis Amores a cuidar el fruto de nueve años de esfuerzo.
Debido que no había ingresos, tuvo que empeñar su televisión por lo que hoy su hijo no tiene en que tomar clases a distancia, pero además, tuvo que gastar sus ahorros los que iba a destinar a la remodelación del lugar, ya que los plásticos que protegen a sus plantas del frío y del sol ya comienzan a vencerse.
Una vez que decidió reabrir pues el hambre no espera, Silvia se dio cuenta de qué no iba a tener ventas por lo que decidió intercambiar productos de la canasta básica por plantas y así poder asegurar la comida de su esposo y sus hijos.
es por ello que hoy un kilo de frijol lo toma como si fueran 20 pesos, igual el de arroz y el de aceite, así vas juntando lo suficiente para poder hacer un equivalencia con los precios de sus suculentas, sus cactus, sus plantas de sol, las de jardín, desde interiores.
El vivero se encuentra sobre avenida Solidaridad las Torres poco antes de llegar a avenida tecnológico. Ahí Silvia espera paciente que la gente muestra compasión, y con algo de suerte, les nazca el amor por su vivero y no sólo lleven comida sino también le compren sus amores a un precio Justo.
Foto: Redes
