El encierro, la falta de claridad sobre el futuro económico y la sobre exposición a la familia son factores que han incidido ya en un alza en la violencia intrafamiliar en Toluca, lo que se ha traducido en un incremento considerable en las llamadas de auxilio y denuncia a los servicios de emergencia.
Miguel García Conejo
Mientras antes de la contingencia en un día señalado como foco rojo, es decir, un viernes, se recibían en promedio 50 llamadas, con la pandemia por COVID-19 y las medidas de Sana Distancia han aumentado a casi 100 en jueves, viernes, sábado y domingo.
De acuerdo con datos de la policía municipal, es después de las 6:00 de la tarde cuando las llamadas de denuncia repuntan al 911, en especial provenientes de la zona norte de la capital mexiquense, es decir, de delegaciones como San Cristóbal Huichotitlán, San Pablo Autopan, San Andrés Cuexcontitilán, San Mateo Otzacatipan, entre otros.
“Toda esa parte. Desafortunadamente es así el tema, por eso hacemos el llamado a la ciudadanía para que tengan paciencia, para que enfrentemos esto con consciencia y que recordemos que como padres, somos el ejemplo de las familias”, comentó Gerardo Pereira, director operativo de la policía municipal del Toluca.
De acuerdo con psicólogos especialistas en la materia, es el estrés del encierro, la incertidumbre económica y la conciencia bajo estos factores, lo que detona las agresiones en especial entre pareja pero que también afecta a los hijos.
“Es muy importante aceptar la parte de que tenemos miedo, estamos estresados y hay mucha incertidumbre, es válido. Esta constante exposición a la familia, más toda la incertidumbre puede llegar a que explotemos, a veces pareciera que estamos viviendo con el enemigo, incluso los detalles más pequeños se convierten en un detonador, y lo que hacemos es explotar con la gente que más queremos, pero es necesario identificar los temas de violencia e inhibirlos, ya sea denunciando o bien, buscando un refugio seguro”, señaló Paulina Perdomo, psicoterapeuta Gelstalt Humanista.
Ante ello, tanto especialistas como autoridades piden a la sociedad no sólo evitar caer en la violencia, sino también que, una vez que se ha sido víctima, se denuncie y se resguarde a los afectados, o bien se solicite a las autoridades correspondientes en la materia su intervención y valoración de los protocolos a aplicar.
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