Gabriela Landetta
“Una de cada ocho personas en el mundo padece algún problema de salud mental, lo que puede repercutir en su salud física, su bienestar, su relación con los demás y sus medios de subsistencia. Además, cada vez más adolescentes y jóvenes presentan problemas de salud mental”, destaca la Organización Mundial de la Salud con motivo del Día Mundial de la Salud Mental 2023, que se conmemora este 10 de octubre.
Esta fecha, señala el organismo internacional, “es una oportunidad para que las personas y las comunidades se unan en torno al lema: ‘La salud mental es un derecho humano universal’ a fin de mejorar los conocimientos, sensibilizar e impulsar medidas que promuevan y protejan la salud mental de todos como derecho humano universal”.
Al respecto, Mayra García Navarro, psicoterapeuta y psicóloga de Toluca, expresó que “la salud mental es un bienestar emocional que forma parte de una salud integral, cuyos resultados es igual a una buena calidad de vida. Si no hay una buena salud mental, no hay calidad de vida. Desde mi punto de vista, el ser humano está conformado por varias áreas: la física, la psicológica, la mental, la espiritual y la nutricional. Todas ellas nos hacen estar en equilibrio”.
La profesionista en salud mental destacó que todas esas áreas van de la mano para lograr un equilibrio en las personas y si falla, en este caso la salud mental, entonces viene un desajuste. El estrés, la ansiedad, tristeza también pueden ocasionar problemas físicos como hipertensión, diabetes. “Un malestar emocional puede llevarnos a unas obesidad, anorexia o bulimia, por ejemplo”.
De acuerdo con la OMS, “la salud mental es un derecho humano básico para todos. Todas las personas, sin importar quiénes sean ni dónde estén, tienen derecho a gozar del grado más alto posible de salud mental, lo que incluye el derecho a ser protegido de los riesgos para la salud mental; el derecho a una atención disponible, accesible, digna y de calidad; y el derecho a la libertad, la independencia y la integración en su entorno social”, menciona en su plataforma el organismo internacional.
En México “el nivel de atención a la salud mental no resuelve las necesidades de los pacientes debido a la falta de presupuesto, falta de capacitación a médicos de primer contacto, diagnósticos tardíos, ausencia de políticas públicas, insuficiencia de centros de atención especializados y estigma social hacia las enfermedades mentales”, fue la principal problemática planteada en el panel “Enfrentando los desafíos de la salud mental y la demencia: una perspectiva multidisciplinaria”, organizada en el primer semestre del año por la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
En la entidad se cuenta con dos centros integrales de Salud Mental (CISAME) del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), para atender a los pacientes con esta problemática. Uno de ellos ubicado en Cuautitlán y el otro en Chimalhuacan, en el Valle de México, además de que 25 unidades médicas cuentan con ese servicio.
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