Gabriela Landetta
El libro El Valle de Toluca, época prehispánica y siglo XVI, de la maestra Rosaura Hernández Rodríguez, es una obra semilla que ha dado pie a más investigaciones que han permitido conocer, a mayor profundidad, ese periodo histórico de la región, manifestó el presidente de El Colegio Mexiquense, A.C., Raymundo César Martínez García.
“El hecho de que todavía hablemos de ella es debido a alguna de sus características”, comentó en el marco de la presentación de este, que es uno de los libros más significativos que conforman el acervo bibliográfico de El Colegio, la cual se llevó a cabo en la Capilla Exenta de la capital mexiquense, bajo el auspicio de la Coordinación de Cultura y Turismo del municipio de Toluca.
Martínez García refirió que la autora realizó la primera edición en 1954, como parte de un trabajo de tesis. A partir de entonces el documento dio pie a nuevas investigaciones sobre esa época. Incluso ella misma hizo aportaciones posteriores que enriquecieron el material inicial.
Mencionó que cuando la doctora realizó el libro, a mediados del siglo XX, la visión sobre el México antiguo que había entonces era muy diferente de la que se tiene en la actualidad. Señaló que si bien ven el caso del estado de México, ya habían comenzado las excavaciones arqueológicas, como en el caso de Calixtlahuaca. “En realidad había un vacío en el conocimiento arqueológico”.
Destacó que hoy en día la tecnología permite acceder a valiosas fuentes de información histórica. “En el internet podemos descargar fácilmente un códice que está en la Biblioteca Nacional de Francia o conseguir alguno de las ediciones que instituciones públicas y privadas han dado a conocer de los cronistas nativos españoles, o bien de las fuentes del siglo XVI”.
Sin embargo, cuando la maestra Rosaura Hernández escribió el libro, no se contaba con tales herramientas y era difícil conseguir esos recursos necesarios para su trabajo. “Había también las grandes bibliotecas nacionales del país para poder hacerse de esos materiales y los archivos, si bien ya estaban siendo utilizados por muchos investigadores, todavía para el caso de regiones como el Valle de Toluca, no habían sido aquilatados lo suficiente en su labor”.
El presidente de El Colegio Mexiquense, quien fuera discípulo de Hernández Rodríguez dentro de la institución que ahora encabeza, destacó que “en su obra vamos a tener un primer cuadro histórico general sobre el desarrollo prehispánico que aborda ya el periodo formativo, la etapa aldeana, los asentamientos de la etapa más remota de Mesoamérica, de la civilización mesoamericana, la etapa teotihuacana y, con posterioridad, la etapa tolteca chichimeca, telpaneca, mexica”.
Por su parte, Rubén Nieto, profesor investigador del Centro Universitario UAEMéx Tenancingo, destacó que este libro permite conocer una parte de la historia tan importante como la del Valle de Toluca, y se refirió a la autora, quien nació en 1925 y falleció en 2010.
“Yo tengo muchos recuerdos de esta investigadora que nos dejó enseñanzas muy valiosas sobre el pasado prehispánico de México; de ella hemos aprendido la enorme responsabilidad de generar conocimiento para los legítimos herederos, y me refiero a la gente de todas aquellas ciudades y pueblos que la maestra Chagüita, como cariñosamente le decíamos, la acompañamos a todos esos recorridos que incansablemente hacía y que de verdad nos sorprendió muchísimo la energía que ella tenía”.
Destacó que en el libro se presenta “la situación geográfica del Valle de Toluca, sus características biofísicas, límites y principales rasgos que enmarcan a una de las regiones que integran el llamado altiplano central. Ella enfatiza justamente que el río Lerma y los cuerpos lacustres fueron determinantes para que floreciera la vida y de ahí dependieran gran cantidad de poblaciones que se desarrollaron en esta región”.
Al término de los comentarios sobre la obra de ambos especialistas, varios de los participantes, entre ellos historiadores y arqueólogos, compartieron algunas de las vivencias que tuvieron con la maestra Chagüita y destacaron la importancia de su obra.
(Foto: Gabriela Landetta)
