Leobardo Hernández
“La forma tan autoritaria y vil en que allanaron nuestra sede diplomática, el asalto a nuestra embajada, no lo hace un gobierno si no siente que tiene el respaldo de otros gobiernos o de potencias, por eso vamos a llevar este asunto a la Corte Internacional de Justicia”, remarcó el presidente Andrés Manuel López Obrador tras exhibir cómo el jefe de la cancillería en Ecuador, Roberto Canseco, fue amenazado con arma de fuego por autoridades de ese país en tierra que se considera mexicana.
Al respecto, el presidente recriminó las posturas diplomáticas de Estados Unidos y Canadá, mismas que calificó como “ambiguas”, al no hacer un pronunciamiento contundente respecto a la violación al derecho internacional y vulneración a la soberanía mexicana, que parece ser abalada por estos gobiernos.
“Es el doble discurso de: ‘estoy a favor de la libertad’, ‘estoy a favor de la democracia’, pero tolero el autoritarismo, la imposición, el predominio de las oligarquías, el sometimiento por intereses económicos, el control de los medios de información o de manipulación en el mundo, el poder mediático, el papel de las agencias’”, criticó.
En este sentido, expuso que “se llegó al extremo, en el caso de Canadá, de decir que fue ‘una presunta’ violación al derecho internacional. Usaron una palabra: ‘aparente’. Eso no lo permitimos, no lo aceptamos. En el caso de Estados Unidos, fue un boletín del Departamento de Estado no condenando la intromisión, el asalto, la invasión a nuestra embajada y hablando de que se busque la reconciliación, pero sin pronunciarse en contra de este acto autoritario”.
A su vez, el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, manifestó categóricamente su rechazo a las políticas de intervención practicadas por Estados Unidos contra los países de América Latina, imponiendo dictadores como herramienta contra la soberanía de estas naciones para someter a sus pueblos.
“Ya no queremos que se siga aplicando en América la Doctrina Monroe [‘América para los americanos’]. No queremos que se siga aplicando esa máxima de que ‘ese gobernante autoritario es un tal por cual, pero es nuestro tal por cual’, no queremos eso. Eso debe de eliminarse”.
La Convención de Viena
En la grabación que expuso el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la conferencia de prensa de este martes, se revela que la noche del 5 de abril autoridades allanan la embajada mexicana para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, quien estaba en calidad de refugiado en dicha sede, considerada tierra libre y soberana de México, por lo que la acción de asalto fue totalmente ilegal ante la le internacional.
Elementos policiales ecuatorianos someten a Roberto Canseco a toletazos y posteriormente con arma de fuego tras intentar detener las acciones autoritarias de los policías de Daniel Noboa, presidente ecuatoriano.
Por estos hechos, el presidente López Obrador expresó la urgencia de que la comunidad internacional haga valer la ley que rige la convivencia entre países, pues “Si no se denuncia como lo estamos haciendo, es una mala señal hacia delante que tiene que ver con todo el derecho internacional. Si no se cumplen tratados, las convenciones, en este caso la Convención de Viena, […] entonces ya no hay derecho diplomático, ya no hay respeto a la soberanía, ya es la ley del más fuerte.
Cabe destacar que la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas internacionales se estableció desde el 18 de abril de 1961, y entró en vigor el 24 de abril de 1964. El documento regula las relaciones internacionales entre los gobiernos miembros de la Organización de las Naciones Unidas.
El documento consta de 53 artículos generales y 10 más de Protocolo facultativo sobre la jurisdicción obligatoria para la solución de controversias (al que acudirá el gobierno de México para proceder contra la administración de Daniel Noboa).
En tanto, el artículo 22, que violó Ecuador por primera vez en la historia, establece los siguientes tres puntos:
1. Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión.
2. El Estado receptor tiene la obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad.
3. Los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución.
(Foto: presidencia)
