Gabriela Landetta
Ampliar la frontera agrícola y mejorar el rendimiento por hectárea son las principales propuestas que pone sobre la mesa Cassio Luiselli Fernández, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo, UNAM, para incrementar la producción local de alimentos en México y no depender en mayor medida de las importaciones.
Al participar en el conversatorio ‘Desafíos de la agricultura y la alimentación en México’, organizado por El Colegio Mexiquense, A. C. destacó que esas opciones permitirían atender la demanda de alimentos de la población que va en aumento, pero buscando que también sea una ingesta de calidad y no de productos “chatarra”.
Mencionó que la frontera agrícola del país tiene capacidad para producir 30 millones de toneladas de alimentos; sin embargo, entre las tierras que están en litigios o aquellas que deben descansar para que el suelo se restablezca, entre otros factores, sólo se obtienen 22 millones.
Es por ello que Luiselli Fernández, quien cuenta con maestría y doctorado por la Universidad de Wisconsin en Economía Agrícola y Asuntos Internacionales y una vasta experiencia en políticas públicas, propone cinco lugares donde podría ampliarse la frontera agrícola: Sonora y Sinaloa, algunos valles de Chihuahua, Tamaulipas, Tabasco y los valles de Chiapas.
Al mismo tiempo, el investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo, UNAM, señaló que se debe fertilizar más la tierra para obtener un mayor rendimiento y se pronunció a favor de utilizar semilla mejorada:
“Ahí hay un tema muy polémico, que son las transgénicas. Yo les aconsejo olvídense de la polémica, con las semillas mejoradas, tratadas con genética tradicional, tenemos suficiente para aumentar la productividad y los rendimientos. Entonces, no caigamos en una polémica que por lo pronto no hace falta porque los rendimientos pueden crecer mucho mejorando las semillas”.
Además, propuso la creación de una entidad nacional encargada exclusivamente del las semillas, pues se trata de un tema sumamente importante para el país, como para dejarlo en el aire, por lo que, opinó, debe haber “una política genérica, una entidad que libere variedades, que vaya a Sonora, Sinaloa, que experimente continuamente variedades de semillas; ahí hay un horizonte de trabajo”, puntualizó.
En su ponencia, señaló que “en un país donde más o menos la mitad de la gente vive en condiciones de pobreza y el 15% en pobreza absoluta, los temas [de alimentación] son muy serios. Más o menos 19 millones de paisanos nuestros tienen problemas de acceso a una alimentación suficiente en forma permanente, así se define la seguridad alimentaria: yo tengo seguridad alimentaria, si tengo la certidumbre de que en el corto plazo voy a poder tener una ingesta calórico-proteíca suficiente y en ese sentido hay muchos mexicanos que no tienen desgraciadamente, seguridad alimentaria”.
Consideró que esta situación es más grave en las zonas urbanas, ya que en las rurales los campesinos tienen sus milpas, que de alguna manera los ayudan cuando hay tiempos difíciles, “pero la pobreza urbana es la que más nos debe de preocupar cuando estamos hablando de temas de acceso a la alimentación”, destacó.
(Foto: Gabriela Landetta)
