Gabriela Landetta
De las 55 plantas de tratamiento de aguas residuales ubicadas a lo largo del Río Lerma, sólo funcionan 36, que limpian del 3% al 4% de todo el caudal, por eso no ha sido posible revertir el daño que causa el agua contaminada del afluente, señaló Miguel Ángel Ayala Carrillo, especialista en tratamiento de aguas residuales.
“He encontrado abandono por parte de los municipios, las plantas las entregan la Comisión del Agua del Estado de México, CAEM, y la Conagua; dejan las plantas funcionando pero los gobiernos municipales ya no les dan seguimiento”.
Mencionó que esta situación se ha detectado en Almoloya del Río, Lerma, Capulhuac y Ocoyoacac, entre otros municipios donde se ubican dichas plantas, debido a que las autoridades locales no quieren invertir en el mantenimiento correspondiente que es de 1.5 a tres pesos por metro cúbico de agua por día, de acuerdo al tipo de tecnología que se utilice.
“Una vez que son abandonadas comienza a haber vandalismo, hay algunas en la zona donde están las ciénagas de Almoloya del Río que de plano ya se robaron las bombas, los edificios están abandonados, se robaron los sopladores, fueron vandalizadas, incluso las cercas ya se las robaron. De las que recuerdo que hemos conocido son las Almoloya, Lerma y otras de Ocoyoacac”.
Por eso es que a través de un grupo multidisciplinario de especialistas integrado entre otros por ingenieros, biólogos, químicos, abogados y ambientalistas, del que forma parte, se plantea la necesidad de rehabilitar las plantas en desuso, así como la construcción de otras para poder erradicar la contaminación del Río Lerma.
“La idea es que se rehabiliten esas plantas y que estén funcionando con tecnología sustentables: celdas solares, generación de biogás para evitar el uso de la energía eléctrica; hay muchas posibilidades”, expresó Ayala Carrillo.
Comentó que la propuesta se había presentado con los gobiernos estatales anteriores sin lograr avances y ahora están empezando a tocar puertas con la actual administración, específicamente con las secretarías del Agua, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, así la del Campo.
“Esa agua puede ser reutilizada, podemos elevar los niveles de producción de alimentos si logramos tener dos periodos de siembra al año. Por ejemplo, en el caso del maíz, pero no lo hacemos porque no tenemos agua a la mitad del año”, consideró el especialista.
“Hemos postulado la solución definitiva, si bien ahorita son 56 [plantas tratadoras] se necesitan más, pero que no requieran de tanto consumo energético; las que se tienen no tiene caso demolerlas o destruirlas, hay que hacer una reingeniería con un movimiento ambientalista sustentable que puedan tener la operación sin tantos gastos energéticos que implica un gasto monetario, por eso las abandonan”.
Explicó que limpiar un metro cúbico de agua (1,000 litros) tiene un costo que oscila entre 1.5 a 3 pesos dependiendo de la tecnología. Una planta de tratamiento con capacidad aproximada de 86 mil 400 litros al día representa 86.4 metros cúbicos de agua tratada, por lo que los costos de mantenimiento pueden ser de casi 8 mil pesos mensuales, por lo que al año son alrededor de cien mil pesos, y los ayuntamientos no quieren invertir en ello.
Miguel Ángel Ayala mencionó que hace falta un proyecto ejecutivo basado en análisis científico del agua topografías, estudios de factibilidad, manifiestos de impacto ambiental para tener el proyecto ejecutivo correspondiente, y precisar la cantidad de plantas tratadoras faltantes y la inversión requerida para su construcción, así como para la rehabilitación de las ya existentes, a fin de conseguir los recursos necesarios incluso con organismos internacionales.
(Foto: web)
