Eric Rosas
El Premio Nobel es, sin duda, el reconocimiento de mayor prestigio a nivel mundial que puede obtener quien se dedica a disciplinas científicas como la física, la química o la fisiología. Este galardón, que fue instaurado por voluntad póstuma de Alfred Nobel, se ha entregado desde el inicio del siglo XX a una gran cantidad de científicos de muy distintas nacionalidades. En lo que respecta a estas categorías científicas, el premio debe honrar un logro académico extraordinario, ya sea un descubrimiento o una invención, que haya representado un incuestionable beneficio para la humanidad. Por estas razones, esperfectamente comprensible que quienes resultan laureados con un Premio Nobel en estas denominaciones, adquiera no sólo un prestigio internacional muy merecido entre la comunidad académica, sino también el respeto y deferencia de la población mundial en general.
Además de los ya mencionados, en su testamentoNobel también estableció los premios en literatura, así como el dedicado a quien o quienes trabajasen en favor de la amistad entre naciones, la abolición o reducción de los ejércitos, y el establecimiento y promoción de la paz; y décadas después, el Banco Central Sueco estableció el actual Premio en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel.
Desde su primera entrega en 1901 y hasta la más reciente, realizada en octubre del pasado 2022, la Fundación del Premio Nobel ha entregado 615 premios a un total de 989 laureados, 959 individuos y 30 organizaciones. Algunos de los premiados han sido galardonados en más de una ocasión, por lo que el premio ha sido efectivamente recibido por 954 personas y 27 organizaciones distintas. En todos los casos ha sido el Premio Nobel de la Paz el que ha sido entregado a esta treintena de organizaciones, nunca alguno correspondiente a las otras denominaciones.
A diferencia de quienes con sus propios nombres y apellidos reciben un Premio Nobel por un logro específico, ya sea de forma individual o compartida, en el caso de las organizaciones galardonadas el reconocimiento se hace a los esfuerzos y éxitos colectivos, mismos que en algunas ocasiones involucran en distintos niveles a miles de personas en cientos de países; por lo que es totalmente inapropiado que quienes en algún momento formen o hayan formado parte de dichas asociaciones pretendan u osen adjudicarse cualquier crédito por la obtención del galardón.
Dicha precisión ha sido reiterada múltiples veces por muchas de las instituciones premiadas, como hasucedido con las varias declaraciones emitidas por el Panel Intergubernamental en Cambio Climático de las Naciones Unidas —IPCC, por Intergovernmental Panel on Climate Change— en relación con su obtención del Premio Nobel de la Paz 2007. En dichos comunicados el IPCC ha recordado que el premio del 2007 le fue conferido en tanto organización y no a algún individuo asociado en lo particular; y ha aclarado clara y contundentemente que, con base en lo anterior, es incorrecto referirse a cualquier funcionario o experto que haya participado con el IPCC, como laureado o ganador del Premio Nobel de la Paz 2007.
A pesar de estas aclaraciones, la tentación de colgarse una medalla del tamaño de un Premio Nobel puede resultar irresistible para muchas personas. De hecho, en México más de un individuo ha intentado sorprender a la gente poco informada en estos temas, presentándose como un laureado Nobel, pero cuesta trabajo creer que quienes se han asumido como tales lo hayan hecho por convicción o ignorancia.
Lo anterior, dicho sin aberraciones.
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