Eric Rosas
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5 de junio de 2023
Un científico para el COMECyT
Este miércoles, cuando en el Instituto Electoral del Estado de México se califique la elección de gobernador del Estado de México para el periodo 2023-2029, sabremos quien de las dos aspirantes logró obtener la mayoría de votos en la jornada electoral del pasado domingo 4 de junio. A partir de ese momento la próxima gobernadora mexiquense, ya sea la profesora Delfina Gómez Álvarez o la maestra Paulina Alejandra del Moral Vela, tendrá que integrar al equipo que deberá ayudarle a realizar una transición apropiada de la administración pública estatal, de manera que la entidad mexiquense pueda experimentar un traspaso suave en la titularidad del Poder Ejecutivo y la nueva gestión resulte continua y eficiente.
Dicho equipo de transición incluirá a las personas que habrán de recibir y revisar el estado que guarda la administración pública de la entidad en todas las materias: salud, economía, seguridad, cultura, deporte, turismo, etcétera; incluida, por supuesto a aquélla a quien se le encargará lo correspondiente al fomento a la ciencia y la tecnología, y que casi siempre es quien a la postre resulta nombrado como director general del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (COMECyT), y asumiría dicho encargo a partir del 16 de septiembre próximo.
Con ello se abrirá una nueva oportunidad para que la persona que ocupe la titularidad del COMECyT haga frente a la enorme responsabilidad que representa el implementar una política pública en materia de ciencia, tecnología e innovación que esté acorde con la relevancia que tiene la entidad mexiquense, suimportancia en la economía nacional, y el gran potencial de talento, creatividad e inventiva de los científicos y tecnólogos mexiquenses; y de esta manera se pueda recuperar un poco del rezago acumulado en estos ámbitos en los recientes años de pandemia.
Durante la administración que concluirá el próximo 15 de septiembre, el COMECyT presenció una inusitada rotación en su dirección general. Entre los muchos —oquizá hasta demasiados— directores de esta dependencia en estos seis años, de manera particular habría que destacar los nombramientos de dos de ellos, cuyos perfiles incluían una vasta experiencia política, pero muy poco podía encontrarse en sus carreras profesionales relacionado con la actividad científica o tecnológica.
Dichos perfiles, como es natural, privilegiaron las actividades políticas de sus encargos, pero se olvidaron de atender las técnicas, mismas para las que resulta esencial el pleno conocimiento de las entrañas de un sector muy particular. Quizá debido a esta carencia de la práctica de la labor científica, fue que los programas implementados resultaron francamente intrascendentes para el desarrollo de la investigación científica y tecnológica de la entidad federativa más importante de México. Como consecuencia de ello el Estado de México siguió deslizándose en esta materia frente a otras entidades que sí aprovecharon el tiempo para posicionarse mejor en el entorno nacional e internacional como polos de creatividad e innovación, lo que resulta clave para atraer a la inversión extranjera directa.
Esperemos que la nueva gobernadora tenga claro lo importante que es para el gremio científico mexiquense que el COMECyT sea dirigido por un mexiquense que efectivamente conozca la actividad científica de primera mano; cuyo reconocimiento nacional e internacional en esta materia le permita tender puentes de colaboración que impulsen el desarrollo científico y tecnológico del Estado de México.
Lo anterior, dicho sin aberraciones.
